28 de diciembre de 2019. Sábado.
INOCENCIA
La espada de Damocles, en Murcia. F: Fotvi |
-Y
la inocencia –martirizada– se hizo fiesta. La inocencia es blanca, niña,
balbuciente, la cruza un ángel, es la defensa de lo niño. En la inocencia, el
niño se hace fantasía, asombro, todo halla cabida en su imaginación: como caballos
que vuelan como tortugas y tortugas que corren al compás de un pensamiento. Lentamente,
meditativa, pero insistiendo. Su imaginación actúa como un libro de agua
abierto: es transparente y no cabe en ninguna biblioteca. Y contiene todos los
cuentos, aun los de miedo y dragones. En la imaginación del niño andan danzando
más ángeles que demonios; pero los demonios están todos –y a veces–detrás del
espejo, por esta razón hay que huir de los espejos. Hoy, los creyentes
celebramos el día de los Santos Inocentes. Los de entonces y los de ahora; los
que mueren con sus padres al intentar cruzar el Mediterráneo, o en campos de
trabajo, o en la calle, y sin ir a la escuela. Los inocentes mueren a manos de
los tiranos. Pero los tiranos pasan y los inocentes quedan, como en esta ocasión,
Diario: fiesta de los Santos Inocentes, y Herodes, en los infiernos. Así acaba toda tiranía
(18:03:10).