22 de junio de 2021. Martes.
LA FEA REALIDAD
LA FEA REALIDAD
-Retoña la orquídea. Pienso: «la fragilidad se hace belleza». Creía
muerta la planta y ha resucitado. Al tiempo veo a una pareja de mariposas –¿copos
blanquísimos de nieve?– danzando juntas: rozan sus alas, se esquivan, vuelven
al juego, y he pensado si serían dos florecillas, salidas de la orquídea, que volaran.
Así, pensando estas cosas maravillosas, de ensueño –quizás infantil–, intento
salir de la fea realidad que nos rodea. Habla Sánchez y tiembla los pilares –democráticos–
de la tierra. El «okupa» de la Moncloa, le llaman. Y como buen okupa, está okupándose de que cuando lo desalojen no
quede ningún grifo en estado de dar agua. Cuando salga de la Moncloa, ¿se
llevará las tuberías? Qué fea es la política, cuando la visten con los andrajos
del interés personal y no el de la colectividad. Dijo Enrique IV, el
pretendiente protestante al trono de Francia: «París bien vale una misa», y fue
coronado rey, católico. Sánchez que, cuando apareció en la arena política era
un enigma, va enseñando sus zarpas de conseguidor irreductible. Es el alcahuete
de la política. Aunque yo diría, a los que le rodean y le aplauden y le jalean,
una máxima del Arcipreste de Hita: «Quien a mal hombre sirve, siempre será
mendigo». Mendigo de prestigio, de dignidad, vestido con el ropaje de la
ignominia. Yo, sin embargo, Diario, rezo por todos ellos, para que Dios les
haga ver y comprender que han sido elegidos, no para satisfacer sus intereses,
sino para servir al pueblo –angustiado–, al que se deben. Dijo el Papa Francisco:
«Redescubramos que la vida no sirve, si no se sirve» (18:04:53).