domingo, 6 de junio de 2021

 6 de junio de 2021. Domingo.
RESCATE

Dios en el pequeño viril de la custodia, esperando. Capilla Casa Sacerdotal. F: FotVi

-Me levanto envuelto en claridad, en celebración. Hoy es la fiesta del Cuerpo de Cristo. Como dice San Agustín, Cristo nos ofrece en la cruz «lo que había tomado de nosotros», su cuerpo. Se lo ofrece al Padre como sacrificio de expiación por los pecados del mundo, y al mundo, como comida y bebida, que purifican. Y sigue: «Reconoced en el pan lo que colgó del madero, y en el cáliz lo que manó del costado». Cristo, pues, tras repetir el sacerdote las palabras de Jesús en la última cena: «Esto es mi cuerpo…; y este es el cáliz de mi sangre», se hace resumen, epítome, gracia, en un trozo de pan y en un sorbo de vino. Lo masticas como pan y lo saboreas como vino, y, luego, con unción –humillando la soberbia y pensando en el milagro–, lo tragas Cristo; es decir, Señor Sacramentado. Es el momento en el yo pienso en el Cristo que nace de María, en Belén, débil y frágil de pobreza, liberado de riquezas, y que luego, en su vida, se hace amor cercano, amor de tacto, de curar cegueras con barro hecho con saliva, de salvar a pecadores, para en el tiempo culminante, cuando todo se ha cumplido, hacerse amor que es cruz y resurrección, y eucaristía. Rescate. Hoy, día del Corpus, día que reluce más que el sol, digo con Fray Diego de Murillo (s. XVI): «Viendo que solo por amor del hombre, / Dios, que en el cielo ni en la tierra cabe, / así todo se encierra en un bocado». Dios, en la boca, Diario, dejándose comer, como aliento del espíritu, como alimento místico (17:46:04).

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