12 de junio de 2022. Domingo.
DIOS Y EL MISTERIO
DIOS Y EL MISTERIO
-Hoy celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad, o el Dios que se
hace número, cifra, Uno y Tres, o Tres en Uno, todo a la vez. Dios, pues, reducido
a las matemáticas. Sin embargo, como canta y reza el himno de Laudes, en el Libro de las Horas, se trata de «Dios
escondido en el misterio». Esconderse en el misterio es recogerse en lo arcano,
en lo inexplicable para la razón, pero asequible para el sentimiento. Si dices
con San Juan que «Dios es amor», cambia todo. Dios entonces es un acorde de amor;
es decir, diferentes notas unidas en un solo racimo, sonando al unísono en
Dios. Se nos quiere decir que Dios es compañía en vez de soledad, es familia, hogar que
se desborda. En 1997 –ya ha llovido–, componía yo este poemilla: «¡Aleluya! / Dios es Padre, / e Hijo en el
que se da, / y Espíritu Santo / en el que alienta, / y Madre, porque es amor. / ¡Aleluya por tal Pascua!». Esquema de fe
este, de mi fe. Mi fe no especula, solo intenta amar, meditar, contemplar, para
poder así entender. Aunque a veces no entienda y dude, y se me derrame la
gracia como el agua por entre los dedos, y donde debería decir amor, diga
egoísmo, egolatría. Y es que como dice San Agustín: «La medida del amor es amar
sin medida». La teología habla de tres personas –Padre, Hijo y Espíritu Santo–,
que viven en una misma naturaleza divina: el amor. Dice San Juan de la Cruz: «Tres
personas y Un Amado entre todos Tres había… Porque Un Solo Amor Tres Tienen,
que su Esencia se decía». Dios, pues, Diario, Padre, Amor que se da en el Hijo, y
que alienta en el Espíritu, y que, como Madre, lo da a todo aquel que lo busca,
y lo vive, hasta ser Hijo –adoptivo– de Dios. Es decir, Dios que sigue «escondido en el
misterio» (18:27:32).