domingo, 22 de mayo de 2022

22 de mayo de 2022. Domingo.
DIOS Y LA PALABRA

María, el libro abierto de Dios, el Sí maternal. Sakopane. Polonia. F: FotVi

-En la mañana, el sol se va abriendo como una página de libro que deseara ser leída. Yo la he empezado a leer –con la alegría de un vuelo–, al tiempo que rezaba Laudes. Y ha sido una conjunción, una fusión maravillosa. Palabra y sol, Dios y alabanza. Es decir, todo es celebración. Celebro la palabra que me habla de Dios; celebro a Dios que se hace Palabra y viene a vivir junto a nosotros; celebro el sol, símbolo del Dios de justicia, y hago alabanza de todo este hermoso misterio tan cercano como la palabra con la que nos entendemos. Dice San Juan en la segunda lectura de la misa, que escuchó una voz que le decía: «Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin». (Apocalipsis). Alfa y Omega, el inicio y el final del alfabeto griego, son letras que Dios toma para hablarnos de su plenitud: de Él nace todo y todo acaba viviendo en Él. «Yo soy –dice– el renuevo y el vástago de David, la estrella luciente de la mañana». Dios es la luz que manda destellos al alma para que no ande en oscuridad. Decía San Juan de la Cruz: «No es voluntad de Dios que el alma se turbe de nada». No digas nunca, Diario, una palabra que pueda turbar o entristecer a alguien, habla siempre palabras de luz, de esperanza, de amor, y así podrás decir con el Apocalipsis: «Amén. ¡Ven, Señor Jesús!» (13:18:38).

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