5 de octubre de 2023. Jueves.
UNA LUZ CEGADORA
UNA LUZ CEGADORA
-Ayer amaneció nublado,
y el sol, obstinado en enseñar un ojo por el desgarro de las nubes; sin
embargo, poco a poco, fue comiéndole terreno a las nubes, hasta que se hizo con
todo el ancho del cielo, y, junto al azul, dominó el día. Entretanto, yo
llamaba al otoño que no acaba de llegar, por si puedo acelerar su lentitud. El
otoño, que es la cola del verano, aún sigue con vestido de canícula, ceñido de
calor. «Un otoño caliente», solían decir los sindicatos en aquel tiempo en el
que salían a la calle y, al grito de «¡Queremos más!», paraban la nación. Hoy,
bien alimentados, no gruñen, sestean y hocican. Otoño, tiempo de cosecha,
también espiritual. Recopilo mi vida, Diario, y, tras tantos otoños, me digo:
«He de mejorar», y trato de sumergirme en la humildad y el silencio, lugares donde
se enraízan las grandes hallazgos de la humanidad, y donde, de vez en vez, se
aparece, como una luz cegadora, la Trascendencia; es decir, Dios, el que
inspira, el que redime, el que ama.