28 de septiembre de 2023. Jueves.
ICONOCLASTA DE LA DEMOCRACIA
ICONOCLASTA DE LA DEMOCRACIA
-Hay pequeños que se
creen grandes, y grandes que disminuyen su grandeza. Lo primero se llama
soberbia, endiosamiento, y lo segundo humildad, la que vive en la hermosa
sencillez de la florecilla del campo, que, aunque bella y compleja, se
manifiesta simple y recatada, y pasa su efímera vida dando gloria a su Creador.
Según cuenta la Biblia en el libro de Daniel, Nabucodonosor, rey de Babilonia,
era un rey hecho todo él de metales preciosos, pero con pies de barro. En el
mundo de la política, suelen darse con frecuencia estos peleles aparentemente
poderosos, que sin embargo, cualquier contratiempo, puede dar con ellos en
tierra. Ayer, con luz y taquígrafos, se vio en el Congreso de los Diputados a
un soberbio y huidizo presidente en funciones, humillado y derribado por otro,
el aspirante, que decía verdades como piedras, que daban en la estatua y la
iban derrumbando. Mientras, con cara de cemento, dura, inexpresiva, el
presidente en funciones, el señor de la mentira, de iconoclasta de la
democracia, se iba cayendo como un edificio cuarteado que se
viene abajo. Que Dios nos ayude, Diario –si es que Dios está para eso– en
trance tan penoso y trágico. Dios actúa en cosas del alma, y no en las aberraciones
de los hombres, que para eso les dio la razón y la libertad, y la bendición de
sentir y poder decidir.
Da mucha pena constatar cuántas personas se creen superiores a los demás ... Mi padre siempre decía que nadie es mejor ni peor que nadie y sé que tenía toda la razón.. Pero el que se sube a un pedestal muy alto .. al final la caída es más grande .. Un abrazo.
ResponderEliminarQué razón tenía tu padre, Ascensión: nadie es superior a otro, todos somos hijos de Dios, y libres. Otro abrazo.
EliminarLas personas con este aberrante personaje fabricado por su indómito narcisismo, como el señor de la mentira, no pueden conducir si no a penosos y trágicos trances, como bien dices.
ResponderEliminarTienes toda la razón, Amigo, es la época más deprabada de toda la democracia, pero es lo que tenemos y hemos de luchar para erradicarlo de la política. Un abrazo.
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