4 de diciembre de 2023. Lunes.
NUNCA SUPE POR QUÉ ESAS LÁGRIMAS
NUNCA SUPE POR QUÉ ESAS LÁGRIMAS
-Como amo la luz, amo los lunes: como cualquier otro, días de luz y de vida. Cada día el escenario es el mismo, sólo cambia el atrezo: bambalinas con sol o niebla, río o desierto, alegría o llanto, comedia o drama. La comedia se hace con risas; el drama, con sentimientos encontrados de odio o desafío, con navajas en las palabras y en los gestos, con soledad o muerte. Un año este lunes fue sábado, miércoles o domingo: como se ve, todos días de sol, aunque estén nublados. Los lunes no son peores que el sábado o domingo; lo peor es nuestra alergia, quizá, a lo nuevo, a lo desconocido, a lo que empieza. Recuerdo que de niño deseaba que llegara el día de reyes; esa noche apenas dormía. ¡Era tan hermoso recibir un regalo! Pero, al fin, me llegaba el sueño. A la mañana siguiente acudía al balcón, y se me llenaban los ojos de asombro y la boca de risas. ¡Habían pasado los reyes! Y me habían dejado un coche de latón, el mismo del año pasado –eran tiempos difíciles–, pero con unos caramelos dentro: lo novedoso. Luego salía y con los otros niños celebraba mis reyes: la sabiduría de mis padres. Recuerdo que, al ver mi alegría, mi madre me besaba, y le salían unas lágrimas; hasta muy mayor, Diario, nunca supe por qué esas lágrimas; pero con el tiempo, por fin he sabido que eran lágrimas de agradecimiento: siempre reí, nunca dije es el mismo juguete del año pasado.