28 de enero de 2024. Domingo.
MESÍAS DE NECESITADOS
MESÍAS DE NECESITADOS
-No es lo mismo decir
palabra que palabrería. Decir palabra es decir Dios hecho Hombre, que revela a
Dios como Amor y como Soplo –Espíritu–, y se ofrece en una cruz como salvador.
Dios y la cruz, o Dios y el rosal, con la rosa –Cristo crucificado– como fruto
de ese amor. Decir palabra es también decir al ser humano, que, dejados los aullidos
y bramidos de la barbarie, serena su lenguaje y se hace humanidad; es decir,
cercanía audible y amable: diálogo y entendimiento, y oración, a veces. Por el
contrario, palabrería, es la palabra que no dice nada, la que no sale del
corazón, sino «del estómago o del bolsillo»; son palabras del que vende y no
del que perdona y regala su amistad, aproximando la cercanía. Se trata de hacer la palabra asequible, sensible, no palabra engolada y llena de vanidad; palabra
que sea humilde, como la de Jesús, que liberaba del poder del mal, enseñaba y
comunicaba esperanza, y, posando su mirada en quien que lo necesitaba, era,
Diario, mesías de necesitados.