UNA PALMADA EN EL TIEMPO
Belleza del atardecer rosa del día: un instante. Torre de la Horadada. |
-Dice el salmo 144, que vida del hombre es como un soplo. En el tiempo que dura un soplo se dice una palabra, se hace una reverencia, se desvanece una sonrisa. Da igual que vivas setenta u ochenta años, al final todo se reduce a un recuerdo que dura lo que la visión de un paisaje al otro lado de la ventanilla de un tren en marcha. La vida es como una palmada en el tiempo: un saltar de palomas asustadas. Acaba un mes y empieza otro, y ves que la vida se te va de las manos y no puedes hacer nada por detenerla. En todo caso, consolándote en lo que viene, la otra vida que no acaba: la vida con Dios. Dios no pasa, ahí está, tanto si se confiesa o se niega, en la blasfemia o en la alabanza, en la fe o fuera de la fe. Como dice San Juan en el Apocalipsis: es el que era y el que es, el que, dándose amor, siempre está.