18 de agosto de
2024. Domingo.
CONVERTIDO EN PAN
CONVERTIDO EN PAN
-Cristo, convertido en
pan, se nos da como Alimento. Cristo, humildemente escondido en un trozo de pan
y un sorbo de vino, nos invita a comerlo y a beberlo. Puesta la mesa, el
banquete está servido. Palabras de Isaías: «Venid a comer mi pan y a beber el
vino». «La Sabiduría ha preparado el banquete». Luego diría Cristo: «El que
come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él». Es la misma unión
que él tiene con el Padre. «Igual que yo vivo por el Padre, el que me come
vivirá por mí». Es decir, él mismo es nuestro alimento y nos comunica su propia
vida. Cristo, mi viático, Diario, me conduce por caminos de bien; caminos que
llevan a la vida eterna.
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