22 de agosto de
2024. Jueves.
SOPLO DEVINO
SOPLO DEVINO
-El ruido no me molesta:
si es el aleteo de una palabra en mi boca. Las palabras no hacen ruido, dicen
cosas, alagan al oído y lo llenan de significados. Decir “siento” es poner un
latido del corazón en la boca que lo dice. «¡Siento la belleza; siento que amo!»,
solemos decir. Las palabras son ese soplo devino en la mente y en la boca, que
echan sus raíces en el corazón. El Verbo, la Palabra de Dios se hizo hombre y
vino a habitar entre nosotros, dice la Escritura. Pero las raíces estaban en
Dios, recibiendo el flujo de su amor. La Palabra del Padre, puso su tienda
junto a nosotros, habitó con nosotros. En el evangelio, Diario, la Palaba nos
habla desde el mismo corazón de Dios, haciéndose presente en quien pone su oído
atento a la escucha, como Teresa de Jesús o Juan de la Cruz, o María, la madre
de Jesús.
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