13 de agosto de 2015. Jueves.
TARDE DE FUEGO
DE HERIDA
Lluvia de plata, en Santiago de la Ribera. Año 2015. F: FotVi |
-Ante un
agosto terco en calor y sangre, sin Dios ni reglas (parece), desnudo de
humanidad y vestido de barbarie (un bebé muerto aquí, uno más, dos chicas jóvenes
allá, la esposa a manos de su expareja, accidentes, miseria moral), voy a tratar
con unos versos de Pablo Neruda de iluminar mi alma, liberarla de pesadillas y
lamentos, hacerla paz, en la palabra, con la palabra, en esta tarde de fuego de
herida. En su Oda al mes de agosto, decía
Neruda: «Quiero / estar / solo / en medio / de la luz de agosto / y ver / así /
sin sangre / por una vez / la vida: / verla / como una / nave / deshabitada / y
bella, sin más aroma que el aire marino / o el invisible de un romero amargo». Estar
solo, Diario, y viendo sin sangre la vida (20:50:43).
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