sábado, 26 de enero de 2019

26 de enero de 2019. Sábado.
VIGILIA ESPERANZADA

Ángeles en la noche, en Murcia. Belén del Obispado. F: FotVi

-Ha finalizado la vigilia esperanzada, ha llegado el final. El niño Julen ha sido hallado en el pozo donde cayó: sin vida. Se esperaba un milagro, pero los milagros viven mientras vive la esperanza. A las 1:25 de la madrugada, el cuerpo sin vida del pequeño Julen  ha sido entregado a sus padres, como una hermosa reliquia de una vida frustrada, aunque latiendo aún en el recuerdo de los suyos. No es retórica, es verdad: los latidos de sus padres aún siguen tañendo en él, como golpes sagrados de vida, de otra vida. El mismo padre, oyendo llorar a su hijo caído en el pozo, le dijo: «Estate tranquilo, papá está aquí, y el hermanito; el hermanito nos va a ayudar». Oliver, el hijo muerto en 2017 a causa de una muerte súbita, iba a ayudar. Y seguramente que ayudó, aunque de otra manera. Sin embargo, ha habido otro milagro: el de la solidaridad, el del estar todos con nuestras manos en las manos de los que han hecho posible –unas 300 personas– el hallazgo de este hermoso diamante sacado de las entrañas de la montaña. Anoche, de madrugada, estos hombres del pico y la taladradora, de corazón de oro y de manos laboriosas, daban a sus padres, con lágrimas y consternación, la joya de su hijo muerto, que vive y vivirá para siempre en ellos, Diario, y con ellos. Es la otra esperanza que nos salva (11:26:24).

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