domingo, 6 de enero de 2019

6 de enero de 2019. Domingo.
REGALO DE REYES

Flauta de anciano, en Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Hoy puedo decir: «¡Aún vivo!». Con sorpresa. Veo una foto del Estado de Alaska, blanco de frío, nevado, y pongo mis manos a calentarse al sol de Murcia. En Murcia, el sol de invierno roza y acaricia, como una mano de ángel o un rabo de gato, y no daña. Hoy, día de Reyes, el sol y su lumbre es uno de los regalos más hermosos, y además viene para todos: niños y mayores, ancianos y desvalidos, un regalo universal. Esta mañana me han enviado un vídeo desde Canarias, con Candela abrazada a los regalos que le han dejado los Reyes. Candela tiene los ojos grandes, pero esta vez parecían lagos de oro de tan enormes. Como regalo, yo me quedo con esos ojos, que alegran como el sol de Las Canteras en Canarias. Un sol amable y lírico, y soñador. Anoche, en la cena, se presentaron los Reyes Magos en la Casa, con sus mantos y sus coronas, y un heraldo (Juan Fernández) que hacía elogio de los Reyes en arameo. Lengua del tiempo de Jesucristo. La traducción la hacía José Luis, que omitía algún párrafo por no meterse en camisas de once varas. Los Reyes nos dejaron unas trompetas de plástico, un paquete de calcetines (falta me hacían) y un frasco de áloe vera, para el baño. Hemos pensado hacer una banda de ancianos con trompeta, para los días señalados de la Casa. Solo me queda por consignar, Diario, que, en mi admirable vejez juvenil, he sido y soy muy feliz, y, como todo anciano, muy nostálgico y contemplativo, y romántico, aún (19:18:08).

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