8 de enero de 2019. Martes.
DICTADURA
Libre de irse o de quedarse, en mi balcón. Murcia. F: FotVi |
-Se habla de la
dictadura de lo políticamente correcto. Dictadura: o lazo, rodillo, traba, grilletes.
Hay cuerdas, en lo políticamente correcto, que atan lenguas y voluntades, y no
dejan gritar libertad. Bocas cosidas, que solo se abren para dejar escapar
consignas banales y asustadizas. Todo lastrado por una ingeniería social
inaguantable y fastidiosa. ¿Quién impone lo que hay que decir o no, lo que hay
que ocultar o airear? Siempre, el poder político, la prensa adicta a la consigna
y la ocultación, los lobbys o grupos de presión, los intereses económicos. Y
todo esto trufado de un progresismo de corbata roja, buena mesa y el
«fascista» en la boca como disparo brutal y defensivo contra el adversario libre.
No se vive de consignas, sino de realidades. ¿Por qué luchar contra fantasmas? No
hay más verdad que la persona que vive para la cordialidad y el trabajo, para la
fe y los sueños, para el vuelo y el saber luego cómo y dónde aterrizar. La libertad del
pájaro, o la del árbol que acoge al pájaro y a su prole y les da cobijo y
hogar, sin exigir que a cambio le entregue sus alas. Un servidor no desea ir
andando por lugares resbaladizos y cenagosos donde vive la consigna y el gazapo
intelectual. Un servidor quiere vivir de su propia conciencia y de hacer
posible lo que libremente piensa que es bueno y aceptable, sin tener que acudir a ningún circo de la
atadura y el lobby, de la mentira cualificada y angustiosa. Mi libertad, Diario, es mía
e intransferible (18:56:25).
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