16 de junio de 2023. Viernes.
DONDE HAY MÁS DOLOR
DONDE HAY MÁS DOLOR
-Mi nariz parece un grifo con una gota de agua cayendo sin cesar; tal es
la congestión. Pero lo acepto, aunque moje y moje pañuelos, y sienta que mi salud.se
resiente. El cuerpo flojea, pero la mente renace cada día, con vigor y lucidez,
gracias a Dios. «Quizá sea el polen», me dicen los amigos, quizá; pero yo
pienso que lo más probable es que sea la vejez. O el tiempo, como dicen otros. El
tiempo cambiante de estos últimos días: sol, lluvia, viento, todo
entremezclado, como un remolino que azotara. Me han dicho que son siete días,
pero creo que este resfriado se ha olvidado el día que empezó, y sigue
produciendo mucosidad, lágrimas, cansancio, estornudos. Me miro al espejo y me
veo demacrado, ojeroso, desprovisto de reservas. Pido a Dios; pero entiendo que
Dios esté en otras cosas más importantes: como la guerra de Ucrania o los
fallecidos en el mar Jónico: mujeres, niños, gentes emigrantes que buscaban una
vida mejor. Dios, Diario, me oye; pero tiene otros lugares en los que derramarse
amando, poniendo su mirada paternal allá donde hay más dolor, más lamentos (12:55:17).
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