11 de febrero de 2025. Martes.
LA REALIDAD HERMOSA DE MI VEJEZ
LA REALIDAD HERMOSA DE MI VEJEZ
-La amistad es el dulce consuelo en la vejez. La amistad en la vejez es
como el apoyo del abuelo en la infancia del niño. El niño goza en compañía del
abuelo, que tiene los abrazos siempre abiertos para que el nieto no caiga al
dar sus primeros pasos. El abuelo sostiene la debilidad de la niñez y la
amistad anima y vigoriza la debilidad de la ancianidad.
El sábado me visitó la amistad y reviví la risa y los recuerdos, hermosos
como la juventud. Vinieron a verme Maribel y Miguel, él profesor conmigo en el
Infante Don Juan Manuel y ella, la novia, maestra en un colegio de Murcia.
Recordamos chistes clandestinos sobre Franco y sus pantanos y cosas destellantes de nuestra vida, como las excursiones con Arturo, el profesor de ciencias: la cueva de la Victoria y los viajes a la playa y tantas cosas, que ahora, por nuestros achaques, nos están prohibidas.
Solo nos quedan sin achaques los recueros y las risas, con alas de consolación. Y en ellas, Diario, vuelo, hasta posarme, cuando se marchan, en la realidad hermosa de mi vejez, tan cercana y tan distante de entonces, tan florida y tan balsámica, sin emabrgo, en nuestras vidas.
Gracias, Maribel y Miguel, por traerme aromas de antaño, como un ramo de lirios preciosos, risueños.
Recordamos chistes clandestinos sobre Franco y sus pantanos y cosas destellantes de nuestra vida, como las excursiones con Arturo, el profesor de ciencias: la cueva de la Victoria y los viajes a la playa y tantas cosas, que ahora, por nuestros achaques, nos están prohibidas.
Solo nos quedan sin achaques los recueros y las risas, con alas de consolación. Y en ellas, Diario, vuelo, hasta posarme, cuando se marchan, en la realidad hermosa de mi vejez, tan cercana y tan distante de entonces, tan florida y tan balsámica, sin emabrgo, en nuestras vidas.
Gracias, Maribel y Miguel, por traerme aromas de antaño, como un ramo de lirios preciosos, risueños.
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