24 de enero de 2019.
Jueves.
ARISTAS DE FRÍO
El puente y las nubes, en Murcia. F: FotVi |
-Mañana de nubes negras,
que hacen que el día se vista de grises y andrajos. Un gris con aristas de frío
y cansancio; cansancio por lo del huelga de los taxistas en Madrid y lo de
Julen en Totalán, que no acaban de llegar a él. En todo caso, día triste y pesado.
Salgo a pasear y me encuentro con las nubes y el puente de Calatrava, los miro,
y pienso a cuál hacerle la fotografía. Decido hacérsela a los dos: dan idea de
lo que es este día de luz y sombras, de íntimas melancolías. Mientras camino,
pienso: en las liturgias y en las teologías, Dios se hace menor. Sin embargo, cuando
Dios rompe el encorsetado de la liturgia y la teología, se hace mayor, amando. Ya
sé que la liturgia y la teología son necesarias para ordenar el tráfico de su
culto, pero hay veces que los lujos de una y lo asertos de la otra, lo oscurecen,
como las nubes al día. Prefiero al Dios del evangelio, que tocaba leprosos y se
arremangaba la túnica para subir a la barca y, con los pescadores, pescar. Y
así, pescando, hizo a unos discípulos incultos pescadores de hombres: con
sabiduría en sus palabras y centelleo en sus obras. Como Jesús el Rabí, el
Maestro. Día, pues, de nubes y viento, de bufandas y guantes, y de un caminar
lento y contemplativo. Si no se contempla el invierno, Diario, no se saborea su
belleza romántica, de ruina sentimental, dramática, pero hermosa (18:11:07).