19 de octubre de 2023. Jueves.
DESDE SUS LATIDOS-Decía Antoine de Saint-Exupéry en El Principito, ese librito sabio y
entrañable: «He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el
corazón. Lo esencial es invisible a los ojos». El corazón, el órgano que manda
impulsos a la mente para que imagine y haga hermosos proyectos que luego serán
vida. Si miro, miro desde el corazón, lo mismo que si amo y escribo «madre», o
«amigo». Los ojos y las manos son las avanzadillas de la ternura, en las que
actúa el corazón. Una caricia nace en el corazón, y se da en la mirada y en las
manos. Desde el corazón la fe ve lo invisible, y, en el lugar secreto de
nuestra conciencia, lo convierte en esperanza y amor. Pero si el corazón se
corrompe, todo el ser será una pocilga, un muladar. Por eso, antes que modales,
Diario, debiera enseñarse al corazón a ser modelo de vida, y él que ve lo
invisible, nos enseñaría, desde sus latidos, cómo comportarnos en la realidad
de vivir el día a día.