jueves, 19 de febrero de 2015


19 de febrero de 2015. Jueves.
LA BOCA, MI SUFRIMIENTO
 
Silencio, o belleza de las flores, en el jardín. F: FotVi
 
-Ya estoy en el camino de mi salvación bucal, o eso me dice el dentista. La boca, que tantos placeres excita (el de la palabra hablada o escrita, por ejemplo; la palabra, que, aun la escrita, siempre antes está en la boca, donde se asoma el alma en ella, donde el espíritu clama en ella), también solivianta al sufrimiento, sacándolo a relucir hasta extremos de tortura, a veces, cruelmente. ¿Quién no ha sufrido su boca, física o intelectualmente, alguna vez? La boca, mi sufrimiento, que diría el poeta. Hay veces que hace sufrir a causa de los dientes, pero otras, por las palabras. ¿Por qué no me habré callado esa palabra?, solemos decir tras un traspiés lingüístico improcedente, maligno con maldad de maldición, quizá. Callarse las palabras, aunque digan la verdad, en ocasiones es virtud. Y creo que Nietzsche no tenía razón cuando afirmaba que «la palabra más soez y la carta más insolente son mejores, y más correctas, que el silencio». Una más de sus mentiras o alucinaciones, que tanto «iluminaron»  (es un decir) a Hitler. «Dios ha muerto», dijo una vez, y lo tenía en su boca. Y es que se ha dicho que hay silencios más elocuentes que las mismas palabras. En el teatro (también en el de la vida), los más obstinados y locuaces aplausos suelen suceder en el mutis del actor, cuando han callado las palabras, y queda, en el silencio del alma, el eco sólo de las mismas, sólo su hálito trágico o lúdico. Quiero decir, Diario, que a causa del dentista ando más en silencios que en palabras; hasta el miércoles, en que me habrá nacido nueva dentadura, dice, y podré expresar entonces las letras (o fonemas) /t/ y /d/, dentales ellas, o sujetas al imperio de los dientes, sin los que es casi imposible ponerlas en vuelo de dicción, liberarlas y que hablen (20:27:03).

martes, 17 de febrero de 2015

17 de febrero de 2015. Martes.
¿PIENSA LA CENIZA?

¿Piensa la ceniza?, en el jardín. F: FotVi

-Me gusta febrero porque no es un mes monótono, previsible; no es estanque, sino ola en movimiento. Lo mismo se le ve vestido de sol como de viento y lluvia; hoy han tocado viento y lluvia, y frío. Es un mes carnavalesco, múltiple, al que le llaman loco. Loco de atar, por estar desatado. En febrero se celebra la ceniza; es decir, se la bendice y se la hace cruz en la frente. Liturgia de la vida. La ceniza es recuerdo de donde se viene y a donde se va. Febrero, con la ceniza, me estremece y me hace desandar caminos que me alejaron de mi vida; desandar caminos, para volver a mí. Y me digo: cuando yo ya sea ceniza, sólo ceniza, Diario, ¿qué pensaré? ¿Piensa la ceniza, la ceniza que fue fuego? (20:03:43).

lunes, 16 de febrero de 2015


16 de febrero de 2015. Lunes.
ARDOR ANTICLERICAL
 
Hacia donde el sopla el viento, en el jardín. F: FotVi
 
-Lo leo en un periódico global que se dice paradigma de la tolerancia y no doy crédito a lo que leo. Un columnista, después de dar por sentado que toda religión, por el simple hecho de serlo, es mala, afirma: «Con semejantes “razonamientos» -aquéllos que hizo el papa Francisco sobre la libertad de expresión y la ofensa indiscriminada y festiva por norma en su nombre-, no se hace fácil la simpatía a este Papa». Y concluye con esta perla casi yihadista, por intolerante: «Al fin y al cabo es el jefe de una religión». Es decir, al fin y al cabo el Papa es jefe de esa lepra, de esa indignidad, de esa negritud social, que es la religión. A las personas que viven su fe, su manera de darle otra dimensión y estética a su vida, de ser felices, quizá, de otro modo, se les pretende arrebatar hasta el trozo de pan y el sorbo de vino de su dignidad, acusándolas de religiosas. Acuden a Torquemada, el inquisidor (con razón, a veces), para violar y pintar de negro la imagen de la Iglesia y no caen en la cuenta de que ellos son Torquemada; ellos condenan y ejecutan desde sus columnas de opinión todo lo que no se ajusta a sus dilemas, a sus tramoyas intelectuales, a su progresismo de mercadillo de Rastro. Esto -lo señalado- viene escrito en El País, modestamente considerado por sí mismo, como periódico global. Y por un escritor macizo, que, con bloques de hormigón literario, hace libros, que, aunque celebrados, son infumables. ¿Su nombre? Javier Marías. Como diría Francisco Umbral de otro escritor (cuyo nombre me reservo), Javier Marías no hace literatura, no enriquece y hace donoso el lenguaje, no hace «prosa creadora», sólo redacta. «Entendemos por prosa -dice Umbral en su ensayo La prosa del siglo- aquella que contiene en sí todos los elementos de la poesía, pero liberada de la prótesis de la versificación». Prosa, que, contando y narrando, recree el lenguaje, lo haga joya, diamante tallado, lujo del habla. Julián Marías, padre de Javier, siempre me ha atraído como escritor más que el hijo, aun ahora. Todavía me es libro de consulta su Historia de la Filosofía, con prólogo de Zubiri, 5ª edición, año 1950. Todavía en sus páginas (de atractiva prosa) suelo volar sobre el nido del cuco de filósofos como Descartes, Kant, Kierkegaard, Nietzsche, con su eterno retorno, hasta Ortega, maestro e inspirador de Marías. Y digo no entender cómo habiendo tenido Javier un padre como Julián Marías, una biblioteca que habría colmado de sueños y ficciones al mismo Borges, buenos colegios y una niñez feliz, cómo, digo, ha podido llegar a este ardor anticlerical que, como veneno de escorpión azul, que diría Gonzalo Millán, poeta chileno, parece haberle alcanzado hasta los mismos huesos, a los que, si no llegan los sentimientos, Diario, sí debiera llegar el corazón, que los irriga y oxigena, y les da vida (12:58:29).

domingo, 15 de febrero de 2015


15 de febrero de 2015. Domingo.
ABRAZO
 
Gozo de un abrazo, en Roma. F: Vaticano
 
-De pronto vi que lo solemne humilde se abrazaba a lo humilde sin solemnidad, y resultaba un abrazo de hermoso afecto, fraterno. Armónico. (Armonía, del latín harmonĭa: ajustamiento, combinación)  Y es que, en la estrechez del abrazo, los latidos se combinan y ajustan al modo de la maquinaria de un reloj y dicen la hora exacta de la verdad (la de la complicidad y la avenencia) de unas conductas y de un modo de ser. De pronto vi que un papa llamado Francisco (lo solemne humilde) abrazaba a otro papa llamado Benedicto XVI (lo humilde sin solemnidad) y a mí el gesto me pareció evangélico; es decir, lo encontré buena noticia, porque en este abrazo se unían, sin estridencias, lo sabio humilde (Benedicto) y la sabia humildad (Francisco), signos ambos de que cuando dos se abrazan en nombre de Dios, éste se hace presente en la rica humildad del abrazo. Ocurría en el consistorio del día de ayer para la creación de 22 nuevos cardenales. Abrazo, pues, Diario, de lo solemne humilde y de lo humilde sin solemnidad, y, en el centro, la iglesia toda abrazándose (con Dios) en el gozo de ese abrazo (20:32:20).

viernes, 13 de febrero de 2015


13 de febrero de 2015. Viernes.
VIAJE AL RECUERDO
 
Perorando, en la Radio. F: FotVi
 
-Camino de Paestum, y en una playa en Salerno, Don Emeterio Cuadrado -nuestro «anciano padre», según él, era su método infalible de eludir trabajos, él leía y tomaba notas-, Álvaro, Manolo y yo montamos la tienda de campaña y, tras la cena y unos acordes de Manolo en la guitarra, aflamencados, intentamos dormir (o dormitar, o tentar al sueño), sin apenas conseguirlo. Hasta que un ruido de hierros y cadenas, de infierno o guerra, nos despertó del casi no dormir. Eran las 6:30 de la mañana de un día de finales de julio de 1967; día italiano de luz azul y mar tranquilo, y huérfano, sin embargo, de bañistas. Las máquinas en una playa, aun en verano y en el Tirreno, espantan a todo posible cliente de sol y zambullida, y de vaso de cerveza, resudado. Viendo que la máquina parecía querer embestirnos, desmontamos todo y, cargado el 4 L hasta la copa (era nuestras botas de siete leguas hasta Bríndisi, desde donde navegar hasta Patras, Peloponeso, Grecia) salimos de allí pillando galgos. Antes, y a esto voy, yo había encendido y oído en la radio del coche la meditación grabada del padre Vicente García Hernández (perdón), que daba cada día en Radio Nacional de España del Sureste. Me turbó oírme decir unas palabras que invitaban -aún conservo el texto- a asombrarme y dar gracias a Dios por las cosas pequeñas que cada día se me regalaba poder contemplar y usar, amándolas. «Concédeme -le pedía yo a Dios- la olvidada virtud de poder asombrarme por las cosas pequeñas». A tantos kilómetros de distancia, me dije, y oyéndome, como si oyera a otro, decir estas cosas que me sonaban bien, y me maravillaban, a tanto me sabían. Según Sty. Harkianakis, teólogo ortodoxo: «Los griegos, que veían en el asombro la virtud más elevada de la condición humana, deseaban ser siempre un pueblo de filósofos (…), eternos niños», para no dejar nunca de extasiarse en el asombro. Y remedando a Leila Guerriero: contar siempre así con unas gotas de asombro, para poder vivir. Recuerdos estos, traídos a posta hoy, para, en el día Mundial de la Radio, hacerme una llamada al corazón y, por lo que viví y paladeé de hermoso en la Radio, darle las gracias; gracias por haberme ofrecido la posibilidad de escribir y amar la palabra, y, en la palabra, la comunicación, en la que se completa el don de conocerse y, entre otras cosas, también, Diario, el de entender las miradas (20:57:07).

jueves, 12 de febrero de 2015


12 de febrero de 2015. Jueves.
PENSAMIENTOS BLANCOS
 
Mi Ángel blanco, en Canarias. F: La Salle
 
-¿Sabes cómo viste un ángel? A mí me lo ha revelado la ciencia angelical de Candela: los ángeles visten de blanco. ¿Como su mundo interior, como la risa que ella siempre ríe y las lágrimas que alguna vez llora? Sin duda. Risa y lágrimas blancas. Yo -por qué negarlo- también veo blancos, con el alma de los niños, el interior del amor y las entrelíneas de los libros. Hoy, Diario, vestida de princesa turca, Candela se ha ido de carnaval, y yo (jinete en mis pensamientos blancos), también con ella (20:55:26)

miércoles, 11 de febrero de 2015


11 de febrero de 2015. Miércoles.
3 PES
 
Loado mi Señor, que diría el de Asís. F: YouTube
 
-Si a alguien le encajan las 3 Pes de práctico, párroco y papa, puede tratarse de un tipo excepcional (o parecerlo). «Práctico», porque no se ande por las ramas y llame al pan, pan y al vino, vino, y ponga los pies en el suelo, aunque sea en un barrio de pobreza en los arrabales de Roma (arrabal, qué palabra más de Borges -«la dulce calle de arrabal / estremecida de árboles y ocasos…», palabra de Borges y de tango, de bohemia). «Párroco», porque no actúe subido a una mitra y camine, sin embargo, con zapatos de ir por casa, cómodos y antídoto contra los callos, y, crudamente cercano, salude y ría, y conozca toda la riqueza que a veces (casi siempre) esconce la pobreza. (Realeza, riqueza, pobreza, palabras que riman en consonante, como grandeza, para un bello poema clásico, quizá, para los cuartetos de un soneto, quizá). Y «papa»; como se ve, palabra con otras dos Pes, de padre y pobre, ricos de alma. Si a alguien le encajan estas 3 Pes y se llama Francisco («loado mi Señor», que diría el de Asís), puede tratarse, sin duda, de un tipo excepcional (19:52:23).

martes, 10 de febrero de 2015


 
10 de febrero de 2015. Martes.
LABERINTO DE TIGRES
 
Luz en la noche, sin embargo, en el jardín. F: FotVi
 
-Más Mas, y más de lo mismo, en Cataluña (leo); es decir, corrupción y más corrupción (en Mas y en otros lares: los de su entorno y los de más allá, el resto), y todo el desparpajo del mundo, además, para pasar de puntillas sobre las brasas de este fuego incesante y perverso, que nos abruma. El humo de la corrupción (y de sus heces) nos asfixia. Y si echamos el lazo a los sinónimos de corrupción («esa red de tigres, ese caliente laberinto de tigres, dando horror a los prados y a los rebaños…», que imaginara Borges en La escritura del Dios), vemos que la corrupción vive -dice el Diccionario- en lo que se «echa a perder», y en lo que se «deprava», así como en lo que se «daña» o «pudre». Palabras, en sí, que apestan, y que afectan al cuerpo social. Y luego están los sinónimos que arruinan y enferman las almas, como el de «pervertir» o «seducir a alguien». Es decir, la red de tigres que horrorizan a los prados y los rebaños; el rebaño de los mortales que votamos al tigre que nos devora y se relame de gusto celebrando luego la docilidad terrible y resignada de la manada, que siempre, Diario, vuelve a las andadas; es decir, al voto gratuito. Corrupción: o la peste de nuestra democracia desnortada 19:53:16).

lunes, 9 de febrero de 2015


9 de febrero de 2015. Lunes.
VOLAR SIN ALAS
 
Irme en sus vuelos, desde el jardín. F: FotVi
 
-El sol, vestido de frío en invierno, es siempre un sol de cristal, y tan es así que con cualquier golpe, aunque sea de lluvia, se quiebra. Esta mañana se ha roto la vidriera del sol y se ha precipitado hecha añicos de llovizna, oscura. El color de los cristales rotos del sol es el gris, como el de las cenizas, luego de quemarse al fuego lento y sin embargo alegre en el hogar. El gris, color sin luz, sin inspiración, sin encanto, sin seducción, es color persistente de una sociedad frágil, lúdica si se quiere, pero triste, brumosa, desarmada. Qué nos puede seducir de una sociedad inculta, agriamente vulgar, que, como norma o divertido ejercicio de destrucción, incita al mal, se conmueve ante lo despreciable y pasa de lo que es digno y platónico, soñador. Subir hasta los sueños, apresarlos con esfuerzo, remontarse y hacerse en ellos vuelo sin alas, trasparencia en la trasparencia, es una solución, utópica acaso, pero salvadora de nuestra sociedad. Si lográramos tal cosa, Diario, habríamos dejado atrás el camino de lo gris, de las cenizas, y hallado el otro camino lúcido que nos devolviera, soñando, algo de lo perdido, quizá (21:08:54).

sábado, 7 de febrero de 2015


7 de febrero de 2015. Sábado.
VERDAD O MENTIRA
 
Pan y vino, y Palabra, en mármol. Catedral de Zagreb. Croacia. F: FotVi
 
-Jesús curaba de enfermedades y hacía otros signos para que las palabras tuvieran voz. Y es que no basta con decir «amo»; hay que amar. El amor no sólo se dice, el amor se hace. La palabra está para dar forma y resonancia a la idea, la reviste, la enjoya, pero el signo (la cruz, en este caso) es su dimensión, lo que la agranda, la dilata. Jesús recorría la Galilea -dice San Marcos- predicando y curando enfermedades. La idea es la flecha; la palabra (terrible, a veces, sublime, siempre) es el arco que la lanza, la propaga, le da vuelo y alcance, hasta concluir en el signo (curaba), donde se concreta la verdad o mentira de la palabra. La idea va, camina, se hace oír en la palabra, que ha de concluir como realidad en el signo, en el acto; es decir, en el amor, en el ágape, donde, a su vez, vuelve a hacerse eco que se repite. O este esquema: idea, más palabra, más acto, y, tras el acto, la eclosión, el estallido, el irse a florecer en otra parte. Sin trigo -suele decirse-, la predicación apenas o nada vale; en la mesa, pues, con las palabras, han de estar el trigo y el pan, y, si es posible, el vaso de vino y su fiesta, su fuego. Sin pan y sin vino, aunque haya Palabra, no hay Eucaristía (misterio). Es decir, para que haya misa, tiene que haber mesa preparada con manjares, aunque sean humildes. Y tan es así, que estos manjares, y en una cena, fueron (y siguen siéndolo) el prólogo de una cruz; de un amor crucificado. Amor y muerte en una cruz. Muerte que, sin embargo, Diario, fue vencida por el amor; amor que resucitó en más amor, en más vida, hasta el día de hoy (20:21:36).

viernes, 6 de febrero de 2015


6 de febrero de 2015. Viernes.
MIRADA DE HIELO
 
Sobre patas de frío, en las Salinas. San Pedro del Pinatar. F: FotVi
 
-El frío -digo yo- es un lobo con mirada de hielo y estos días están siendo fríos como miradas de lobo. En la estepa -dicen-, con el lobo de frente, te haces témpano (diarrea) desde el aliento a los pies. Y si eres témpano -digo yo-, puedes quebrarte y ser montoncito de cristales rotos (diarreicos) en la nieve, cristales que excitan al lobo a ser más cruel. Y, en las ciudades y las carreteras nuestras de cada día (sin lobos, aún) nieva caos -dice la prensa-; es decir, nieva incompetencia, confusión, falta de olfato para prevenir. Y es que hay políticos que son así: siempre suelen prevenir lo que ya ha ocurrido; sucede casi en todo: en economía, en la distribución justa (injusta) de la riqueza, en mirarse el ombligo y no levantar la mirada hacia el más allá, llamado porvenir, ese milagro de la utopía… El frío, Diario, el que siempre hiela más al pobre Lázaro que al rico Epulón; o el que indica en el termómetro de lo ético y lo moral, la baja temperatura de una sociedad (20:59:01).

jueves, 5 de febrero de 2015


5 de febrero de 2015. Jueves.
DANZAN ESCLAVITUD
 
¿Libertad?, la de la lluvia, en Liubliana. Eslovenia. F: FotVi
 
-Como diría el sabio: «Hete aquí que hay esclavos que pretenden hacer libres a aquellos que ya lo son». La libertad que ofrecen estos esclavos es su propia y terrible esclavitud, a la que, por andar hocicando siempre en ella, se amoldan, y les conmueve, y les hace vibrar. Hablan y hablan esclavitud, gritan y gritan esclavitud, y hasta danzan esclavitud. El sabio creía que no sólo a cadenas de fierro (José Martí, poeta) podría ser sometido el esclavo, sino a otras más temibles todavía; la esclavitud de las ideas, por ejemplo, de la que Samuel Butler, novelista, escribiera precavido; y de la esclavitud de las ideas enflautadas de ideología, añadiría yo. Una idea puede liberar; pero si, ensortijándose como culebra se torna ideología, la idea echa espinas y puede herir, y guerrear, y convertir en losa lo que era ala, hasta caer en un Gulag o en un Auschwitz; es decir, en una pavorosa atrocidad. Así, lo que pudiera llegar a ser utopía, acaba por convertirse en sinfonía de alambradas y hornos crematorios, en muerte. Libertadores, salvadores no entran en mis cálculos. No creo en salvadores. En lo que se refiere a mi libertad y dignidad, sólo un salvador me ha convencido: el que me ofreció medios para salvarme de mí mismo, mi más peligroso enemigo. Me enseñó a ascender a mi alma y, una vez en ella, entender lo que soy y, eliminando vicios, claroscuros, artimañas, tratar de perfeccionar lo hallado, hasta conseguir, Diario, la más bella y luminosa libertad, la que es raíz de toda dignidad. Nadie me puede hacer libre, si yo, antes, no lo soy en mí mismo (20:38:51).

miércoles, 4 de febrero de 2015


4 de febrero de 2015. Miércoles.
ADIVINANZA
 
¿Persona?, en Las Palmas. F: FotVi
 
-Me asombra contemplar a personas que apenas lo son, pretendiendo salvar a otras que parecen serlo. A quiénes me refiero, no lo diré; sólo indicaré que hay personas, que, aun pareciéndolo, no lo son. Para mí persona es aquella a la que más que el físico (y por qué no), se le ve el alma, y no en las palabras, sino en los actos. ¿Adivinas, Diario, a quienes me refiero? (19:34:40).

martes, 3 de febrero de 2015

3 de febrero de 2015. Martes.
ADULTOS ASCENDIDOS A NIÑOS

Frágil sueño, en el jardín. F: FotVi

-Y, por donde vino, se fue (el viento). El viento que, como cola enorme de dragón ha sacudido el mundo y sus cosas, nos ha dejado. Se ha ido con su música de ira y clamor a otra parte, y por el mundo anda, cabalgando sobre su misma furia. Y, ahora que se ha ido el viento, decir que hay otro viento que no es ira, ni encono racheado, ni látigo casi verbal, y que, en ocasiones, nos puede trasformar en adultos ascendidos a niños, con la sensación de podernos quebrar, tan bellamente frágiles llegamos a sentirnos. Yo ayer fui niño; y me sentí tan frágil, que hoy soy más fuerte. El cristal y el hielo son frágiles, pero, aunque quebradizos, no pueden doblarse. Ayer, día de la luz, o la Candelaria, fue la onomástica de Candela, mi otra luz, en Canarias; y, para celebrarlo, intenté ser y comportarme todo el día como niño. Y me fue bien; me sentí más libre, y, aunque con los achaques propios de la edad, me supe más ligero de espíritu y más soñador, no más soñador por tener más sueños, sino por parecerme más originales los que me enredaron durante todo el día. Soñé, por ejemplo, que era menos arisco, que en mis manos, al darlas, tenía más tacto; es decir, más ternura; que Dios no era un mandamiento, sino una insinuación (amorosa); soñé que la felicidad, que es un instante, dura tanto (llenándonos de hermosas nostalgias) porque se vive y se recuerda con más intensidad que otras cosas; soñé en el cielo que es un beso, o en el infierno que puede ser no darlo; soñé que el amor que no se da es vida que se pierde en el camino, tan corto, de la vida; soñé que me veía niño, y lo fui, hasta que desperté y percibí, con sorpresa, que seguía siendo niño; y hasta hoy, Diario, que he dicho una palabra (silencio) y el mismo silencio la ha callado; cosas de hacerse como niño (20:28:44).

domingo, 1 de febrero de 2015

1 de febrero de 2015. Domingo.
EL LAMENTO DEL LOBO

Aventada por el viento, en el jardín. F: FotVi

-¡Ay, el viento, cómo avienta! El viento, formado del mismo material que la palabra, habla doblando árboles y barriendo suciedad de calles y paisajes. Dobla la fidelidad del árbol a la tierra, hasta arrancarlo, a veces, y levanta la suciedad, haciéndola volar sin alas, para delatarla. Como la escoba y la Real Academia Española de la Lengua, me gusta todo lo que «limpia (aunque no fije) y da esplendor». Un viento fuerte de decoro y clarividencia, de justicia y solidaridad, de amor con ágape, es con lo que sueño; y, aunque diga el bueno de Calderón que los sueños, sueños son, yo confío que algún día pasen de sueños y se hagan realidad. Vientos, Diario, que, como el lamento del lobo en la anoche, avienten el miedo, que es el que hace que el habitante de la estepa se rearme de grandeza y audacia y proteja así su vida y su hacienda; es decir, su dignidad (19:46:43).

sábado, 31 de enero de 2015


31 de enero de 2015. Sábado.
REFRÍOS FRÍOS
 
Árbol con frío, en los Lagos de Plitvice. Croacia. F: FotVi
 
-Hoy, viento, fresquito y lluvia; el reverso de la moneda de lo que fue el día de ayer: sol, 21º C, y ni una mínima ventolina; el invierno es así: de un día para otro cambia sin más su hoja de ruta, y (nunca mejor dicho) se queda tan fresco. Aunque no tanto como a Miguel Hernández («Frío, fríos, refríos fríos quiero», decía), me seduce el frío, porque acerca, hace frotar la manos, juntarlas (como cuando se aplaude) para entrar en calor, propicia las brasas del hogar, el humo de las tazas, el hablar de las miradas en silencio, el fuego alentando y moviendo sombras en las paredes…; Diario, me seduce el frío, si calienta la amistad, en el hogar (20:18:13).

viernes, 30 de enero de 2015


30 de enero de 2015. Viernes.
CÓMO ME DUERMEN LOS CUENTOS
 
Qué cosa, en mi cabeza a pájaros. F: FotVi
 
-Ya, mejor; un repunte de pájaros (cervicales) en la cabeza anoche, pero mejor. Hoy, con las pastillitas que me dio la médica pitonisa, trataré de arrojar a volar de mi cabeza a esos pájaros que me han hecho ver planetas girando en derredor mío, cuando sólo eran cosas usuales y cotidianas de casa. Hoy, pues, mejor, pero con cautela. Mañana, ya veremos; espero que bien, por mí y por las molestias que estoy causando a los amigos. ¿Y al otro lado de mi vértigo? Dramas económicos y guerreros, y turbulencias de todo jaez o pelaje en la política y en la vida del día a día de cada persona. En política, han empezado a temblar las tripas de las democracias, se alteran las simas de sus intestinos, dudan, crujen en sus cimientos: el personal, el sencillo, el currante, el pagano (de pagar; es decir, del pagano, aunque creyente), se está hartando de tanta verborrea o retahíla mentirosa y del sufrimiento a que diariamente le condenan pícaros y alguaciles, avispados en la liturgia del engaño y de llenar su bolsa. Lleno la bolsa, dicen, y salgo corriendo, hacia el paraíso fiscal más rentable. Y un cuento: Una vez había un Gürtel azul, que se llevaba el dinero; otra vez había una saga pilla de apellido Puyol, que hacía lo mismo; otra, un tinglado sindical y rojo denominado ERES, que no dejaba ni la calderilla para el pobre; otra, unos tipos con tarjetas negras que blanqueaban el dinero y, una vez blanco, se lo llevan crudo; otra, una marca nueva que, asegurando traernos la salvación, comenzaba su andadura pública metiendo la mano en la bolsa, al modo como lo hacían aquéllos a los que juzgaba. ¡Salvarnos! ¿De qué? Ah, Diario, el cuento de nunca acabar, el de aquél que habiendo ido a cierto asunto mayor, se lo llevó el viento, y al haber ido a otro menor, se lo acabó de llevar. ¡Ay, cómo me duermen los cuentos! Pero más el de una niña encantadora (cuatro años) que «en mi mundo -dice ella-, la Luna habla». Cuento este, sí, para oír… e irse… a soñar (21:24:55).

jueves, 29 de enero de 2015


29 de enero de 2015. Jueves.
VOLVIERON LOS PÁJAROS
 
A pájaros, en el alambre. F: FotVi
 
-Anoche, la jaula de mi cabeza, volvió a llenarse de pájaros. O volvieron los pájaros y me hicieron bosque, semilla que picar, ramas por entre las que enamorar, tecla de piano en su pico; quiero decir, canto, salmo, himno, lenguaje aviar. Y ahora sin rodeos: he vuelto a las andadas; han regresado los vértigos y el juego de dar giros las cosas, en vorágine, alrededor mío. Y he ido al médico; médica en esta ocasión: eficaz, afable, pronta, experta, con el bello nombre de María del Valle, creo. Primera vez que voy a Urgencias, lugar donde, si vas con prisas (de morirte), te mueres urgentemente. Tres horas y media de espera, de aguardo (de plantón). Es decir, urgentemente atendido. Menos mal que el trato casi virtuoso del personal alivia la dilación. Luis Sanz, además de mi ángel conductor, Diario, es ángel de la paciencia y la serenidad. Al fin, he dicho gracias (a todos y a todas), y me he venido con unas pastillitas que contendrán los vuelos, dicen, de mi cabeza (20:38:52).

miércoles, 28 de enero de 2015


28 de enero de 2015. Miércoles.
LA JAULA DE MI CABEZA
 
Cabeza enjaulada, en mi colección. F: FotVi
 
-Esta mañana, me he levantado con vértigos. (Vértigo: de Vertīgo, -ĭnis: latín:: movimiento circular). Al ir a dejar la cama, las cosas inertes, estáticas, quietas de siempre de la habitación (libros, mesa, cama, estanterías, iconos), han empezado a moverse como peonzas locas, siniestras, hasta que, dando tumbos y buscando asegurar las piernas, desquiciadas, he logrado serenar mi cabeza y conseguir una cierta derechura. Luego, a lo largo el día, he seguido errabundo, volandero, tratando de agarrarme (quizá como la torre de Pisa) a la verticalidad, a la plomada, sin conseguirlo. Sin embargo, con la cabeza a pájaros, he leído (rezado), he escrito, he cocinado y, al fin, a mitad de la tarde, casi he superado la crisis. (La torre de Pisa, por el contrario, aún sigue aturdida, inclinada). Eso, sí, siento haberme perdido la novena de San Blas, que, además de suponerme contento espiritual, es, según la tradición, un alivio para la garganta: aunque carraspee alguna vez, se me rebele una palabra, o diga esto por aquello, y cosas así. A veces se me lía una palabra en la boca y la desligo carraspeando: es la ayuda de San Blas, que me endereza las palabras en la boca, cuando las dudo. A esta hora, Diario, estoy mejor del revuelo que he tenido en la cabeza a lo largo del día; espero ver mañana a San Blas: le pediré que, con la garganta, cuide asimismo la jaula de mi cabeza (20:48:35).

martes, 27 de enero de 2015


27 de enero de 2015. Martes.
GÓLGOTA DE JANA GÓRA
 
Vida, en Auschwitz. Polonia. F: Ch. Giner
 
-Hace 70 años, en Auschwitz, a 40 kilómetros de Cracovia, Polonia, una ideología y el fanatismo y los delirios que la acompañaron (el Superhombre, Nietzsche), asesinaban a un millón trescientas mil personas. También en otros lugares de Europa hubo otras matanzas, injustas y atroces, pavorosas. Es decir, la muerte se encontró con la ideología y entre ambas arruinaron la dignidad humana, degradándola hasta extremos de barbarie. A toda esta locura se la llamó Holocausto y ocurrió dentro de la Segunda Guerra Mundial. Yo he estado en Auschwitz y, desde el momento en que se pisa la puerta de entrada, donde campea el lema (o mitin nazi, ideológico) Arbeit macht frei (El trabajo os hará libres), empieza el vómito a dar saltos en el estómago. Se rebelan las entrañas. Yo (como tú, tal vez, si has estado allí) pude contener el vómito, pero no las lágrimas; me recogí en mí mismo y lloré en mis manos. Fue un llanto hermoso, regenerador, que me hizo caminar por aquel lugar como por un recinto sagrado; yo, cristiano, pensé: «Aquí sigue el Gólgota», y pisaba casi con unción aquellas calles y pabellones cercados por la humillación de las alambradas. Luego vi que, en el Santuario de Nuestra Señora de Szęstokowa, el pintor polaco Jerzi Duda Gracz (ateo entonces), interpretó que Auschwitz había sido en el siglo veinte el Calvario de la muerte del Hijo de Dios, y pintó a Cristo con la cruz a cuestas caminando por entre aquellas personas a las que el odio había pretendido arrebatar su dignidad hasta el extremo de parecer despojos vivientes, sombras de humanidad, o la nada humillada. Tan es así que a este Vía Crucis se le llama Gólgota de Jana Góra y es una obra que estremece, a la vez que sonroja. Estremece por la crueldad que detalla, y sonroja porque todo aquello, pensé, fue idea y obra de seres humanos como yo, en una circunstancia sin Dios. El hombre, sin Dios, se exilia de sí mismo, se neutraliza como hombre para que aparezca sólo su fisiología, su bestialidad, su dimensión diabólica. Hoy, Diario, en el 70 aniversario de Auschwitz, pido a Dios nos libre de ser víctimas o verdugos de un Holocausto como aquél, de un Gólgota tan crecido e insultante como aquél (19:51:08).