15 de febrero de 2015. Domingo.
ABRAZO
Gozo de un abrazo, en Roma. F: Vaticano |
-De pronto vi que lo solemne humilde
se abrazaba a lo humilde sin solemnidad,
y resultaba un abrazo de hermoso afecto, fraterno. Armónico. (Armonía, del
latín harmonĭa: ajustamiento,
combinación) Y es que, en la estrechez
del abrazo, los latidos se combinan y ajustan al modo de la maquinaria de un
reloj y dicen la hora exacta de la verdad (la de la complicidad y la avenencia)
de unas conductas y de un modo de ser. De pronto vi que un papa llamado
Francisco (lo solemne humilde)
abrazaba a otro papa llamado Benedicto XVI (lo humilde sin solemnidad) y a mí el gesto me pareció evangélico; es
decir, lo encontré buena noticia, porque en este abrazo se unían, sin estridencias,
lo sabio humilde (Benedicto) y la sabia humildad (Francisco), signos ambos de que
cuando dos se abrazan en nombre de Dios, éste se hace presente en la rica humildad
del abrazo. Ocurría en el consistorio del día de ayer para la creación de 22
nuevos cardenales. Abrazo, pues, Diario, de lo solemne humilde y de lo humilde
sin solemnidad, y, en el centro, la iglesia toda abrazándose (con Dios) en el gozo de
ese abrazo (20:32:20).
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