28 de junio de 2016. Martes.
LEER
Con estos niños, no se sabe dónde. |
-Me quedo sin luz y no puedo leer. Sin luz
interior. Quedas apagado por dentro, y la lectura no es posible. No sé leer sin
luz interior. Sin luz interior, pasas los ojos por las letras y no te dicen
nada, se quedan vacías. Y los renglones, y los espacios en blanco (los espacios
en blanco dicen a veces más que las letras
escritas), y las notas a pie de página, todo lo que es lectura. Leer es entrar
en cada palabra y contemplarla, y, desde dentro, darle sentido a lo que lees. Es
decir, prima el espíritu sobre la letra. El espíritu de la palabra, que es más
que la misma palabra. El espíritu, que no se ve, pero que está, como la
Trascendencia. Mientras hago esta consideración, leo: «Debido a causas
evitables, hasta 65 millones de niños menores de 5 años podrían morir para 2030»,
según un documento de Unicef. Por causas evitables; es decir, por causas de egoísmo,
de indiferencia, de inacción, a estos niños les espera «pobreza, analfabetismo
y muerte segura». Entrar en las palabras, Diario, y quedarte en ellas, escrutándolas,
haciendo que te toquen el alma, muriéndote de dolor en ellas (19:42:10).