7 de marzo de 2020. Sábado.
¿VOLVERÁ MAÑANA?
Me mira y canta, en el jardín. Torre de la Horadada. F: ForVi |
-El
día un poco más fresquito que ayer, pero espléndido. Hay un pájaro, un verderón
creo, que me mira desde el árbol, y a través de su mirada me envía su canto,
que es fino como el cristal. De pronto parece que se fuera a quebrar, pero no, el
canto se vuelve más dulce y claro, como si estuviera hecho de fibra de luz, y la fibra se dobla pero no se rompe. La
luz siempre fluye recta, como la inocencia del niño o el tallo de trigo. Hace
tres días que este pájaro viene al árbol que cae frente a mi ventana y canta;
creo que para mí. No hay nadie más que lo escuche, ni que lo ame como yo. Eso
creo. Nadie pasa bajo el árbol, nadie lo puede oír, salvo un servidor al que
mira y a quien dirige y celebra sus músicas. Cuando acaba el concierto, variado,
lírico, emocionante, hace unos gestos que yo entiendo de despedida, lanza su última
sílaba musical, Diario, y se marcha. Y me queda la duda: ¿volverá mañana? (19:26:42).