27 de marzo de 2023. Lunes.
CAMINOS SEGUROS DE VIDA
CAMINOS SEGUROS DE VIDA
-Mi vida será larga si tengo fe, si no, será como un globo que se hincha y, mientras esto sucede, brilla, para explotar al fin y desvanecerse. Hace: «Plaf», y no hay globo, hay un instante de turbulencia en el aire y los despojos que caen. Mi vida, la deseo larga, como la de los hijos de Dios. Nos cuenta Juan evangelista que Jesús llora ante la muerte de su amigo Lázaro; luego, a los cuatro días, le devuelve la vida, que perderá otra vez. ¿Quizá lloró por esta razón? Jesús no llora en el huerto de Getsemaní, ni ante los dolores de la pasión, ni en la cruz, sin embargo lo hace ante la muerte del amigo. Jesús amaba como humano –vivía intensamente la amistad– y luego actuaba como Señor de la vida. «El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida». En esta nuestra vida se puede andar en tinieblas, como el ciego en la piscina de Siloé; pero en la vida que ofrece Jesús, se camina con la luz y el esplendor de la gracia; es decir, con el dedo del Espíritu de Dios como guía, con sus dones abriéndonos paso, allanándonos el camino. Y es que como dice San Agustín: «Si el Espíritu une al Padre y el Hijo en íntima comunión, al ser donado, obrará la comunión de los seres humanos con Dios y entre sí». Dios abre caminos seguros de vida, iluminados, Diario, por la luz de su misericordia (17:19:13).