18 de julio de 2014. Viernes.
FIESTA EN EL
BARRIO
"He ahí a tu Madre", en el Barrio de Pescadores. F: FotVi |
-El miércoles pasado hubo fiesta en el Barrio llamado de Pescadores de
Santiago de la Ribera. Ocurre cada año. Una fiesta modesta, pero digna. La
palabra fiesta, que viene de festa,
plural de festum, y que significa
celebrar; palabra que a su vez encierra todos estos sinónimos o equivalentes:
alabar, elogiar, loar, aclamar, aplaudir, vitorear… La fiesta esta vez fue en
honor de la Virgen, en su advocación de Nuestra Señora del Carmen. En una
pequeña ermita triangular (forma de templo que ni el gran Palladio pudo
imaginar), aquí en el Barrio, vive María, la Madre de Jesús, el que hablaba
sólo para dar buenas noticias. La última buena noticia nos la dio en el momento
de ir a dejar su vida en la cruz: nos entregó a su propia madre. «Ahí tienes a
tu madre», dijo a Juan, y, desde aquella hora (la hora sexta, quizá), «el
discípulo la acogió en su casa”. En la figura de Juan, pues, María, Madre de
toda la Iglesia. Todavía nos causa asombro esta decisión de Jesús. Asombro y
ternura. Por eso celebramos a María como Madre, y la alabamos con elogios, y
hacemos loa de ella, y la aplaudimos y lanzamos vítores con cohetería y música,
y rezamos. Y también, el miércoles, en el modesto Barrio de Pescadores, y para
celebrarla, hubo procesión con la imagen de la Virgen. Antes, fuera de la
ermita, hubo misa. Con el sol inclinado del lado del ocaso, y presidiendo la
imagen de la Virgen, se celebró el memorial de la muerte y resurrección de Jesús.
Cantos de ritmo murciano y devota ofrenda de flores. Todo, según el rito del
pueblo, que conoce bien cómo amar desde la sencillez. Y, al fin, la procesión.
El trono, esta vez, portado por jóvenes, algún anciano, y una señora madrileña,
que, cada año, pone su hombro para que la Virgen haga camino en su andar. Alcalde,
música, pueblo y Luis, el del vídeo en ristre, haciendo de Luis Buñuel, filmando
todo para dejar constancia de que la fe (o piedad) que llaman popular, Diario, quizá
no sea fe teológica pura, pero sí fe evangélica. Ya lo decía Unamuno: prefiero
la palabra a la letra; o lo que es lo mismo: lo evangélico a lo bíblico. Y el
Papa Francisco: «La piedad popular es un tesoro…, espacio de encuentro con
Jesucristo»; pues, eso (20:23:29).
Gracias por el retrato que me hace, que con el personaje aludido me hace más pequeño aún de lo que soy. Qué lástima. Lo que sí veo más claro es que todo lo que sea evangelizar, de un modo u otro, es positivo. Con esa intención, sin duda, se hace lo que se hace. Unos verán lo teológico, otros lo popular, otros, en fin , ni lo verán. Pero no hay que preocuparse. Hay que tener paciencia. Dejemos la cizaña donde está, no sea que nos llevemos por delante otras cosas más valiosas que merezcan la pena.Gracias de nuevo.
ResponderEliminarGracias a ti, que eres uno de los que hacen posible esta piedad popular, "espacio de encuentro con Cristo". Esta vez sí me sentí feliz con la fiesta y con lo que rodeó la fiesta. Lo dije el sábado, en la misa. Todo fue magnífico, hasta el pequeño milagro de la brisa que nos alivió el calor. Más que teología, la fe es suceso, acontecimiento; un ejemplo: echarse el trono al hombro, o fotografiar un momento del peregrinar en la procesión. La fe se vive, haciéndola acto, obra. Gracias.
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