31 de diciembre de 2014. Miércoles.
AÑO
ROTO
Sucumbiendo al año, en el jardín. F: FotVi |
-Me froto las manos y trato así de liberarlas del frío, y del año que se
va, que se está yendo -2014-; una gota, otra gota, y el año se vacía; año que
boquea herido, que mira todo con ojos de muerte asombrada, con susto en los
ojos de pez pescado, susto en ojos enormes, exaltados, violentos. Me froto las
manos y, con el frío, creo quitarme de encima un año roto, tan sombrío, espejo
de helor y vidrio en el suelo, apenas ya surco de lágrima que cae, despojo. Año
que va y año que viene, como la página del libro que acaba de leerse antes de
pasar a la siguiente, como el pie que se deja atrás para que avance el otro. Un
año se va (¿bueno, malo, regular, híbrido?), y otro nos viene. No siempre un
año, como una vida, es igual para todos. ¿Corrupción, esperanza, lírica de tejer
sueños, prosa de desesperar, odiseas, gracias de comediante, muerte, vida, aroma,
hedor, políticos mendaces, jueces acomodaticios, gobernantes hirsutos, accidentes,
miedos, pobres-pobres, ricos-ricos, justicia-dónde, ¡Dios qué frío!, fe, duda, yihadismo,
crueldad, infidelidad, lógica, desvarío, familia, amor…, amor? Un año se rompe
y otro se recompone, bebé ya, emoción ya, gorjeo ya. El nuevo año nace del
vientre de los días y se pone a andar, a lucir. El año ido, bien ido está. Con
el año nuevo, llegan las buenas intenciones, y es mi deseo que se cumplan. Y yo,
que creo, Diario, rezo para que tal acontecimiento sea verdad: que se cumplan los
buenos propósitos, que ardan los sueños, que irrumpa en el mundo, como un río de
arpas y palomas, la justicia; rezo, y espero celebrar (sin sucumbir con el año
que fenece) de lo bello (y terrible) que es vivir…, y soñar: en el año que viene,
que ya llega, que está llamando a la puerta… Voy a abrirle (20:28:54).