domingo, 23 de abril de 2017

23 de abril de 2017. Domingo.
DESGARRO Y PAZ

Paz, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-«La paz sea con vosotros»; es la frase de la resurrección, la que dice Jesús antes de enseñar las heridas de los clavos en sus manos y la de la lanza en su costado. El otro certificado de su realidad actual. En un primer instante de desconcierto (las puertas cerradas, miedo, calambres y dudas, el hecho de andar perdidos los apóstoles), Jesús se aparece y les deja la luz, el centelleo de su resurrección: la paz. Como una gota de rocío venida de la noche trágica. En el amanecer, el rocío de la paz, nada de odio, nada de cruz (un recuerdo ya), sólo la paz. «Mi paz os dejo, mi paz os doy». La paz que nace de una cabeza coronada de espinas, de unos agujeros en las manos, y de un desgarro en el costado. Después vendría lo de Tomás, «trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado…» Pero antes, la paz, porque como diría Juan Pablo II: «la paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazón». No con odio, sino andando por el camino de la paz. Gandhi. Y un poeta, que también dijo: «se hace camino al andar». Primero la paz, Diario, luego la cruz, como recuerdo místico de un acontecimiento de desgajo y muerte, y glorioso sin embargo (19:42:24).

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