26 de abril de 2017.
Miércoles.
LA
CIÉNAGA
Siempre llega la primavera, en el jardín. T. de la Horadada. F: FotVi |
-Me aterran las noticias
verdaderas que parecen mentira. Y las mentirosas que parecen verdad. Corrupción,
según leas en este o en otro medio, no lo es y sí lo es, y muy grave o un
simple resbalón de quien iba distraído, y, como tal, dio con sus huesos en la
ciénaga. No todos miden la corrupción del mismo modo: unos son más inexorables,
más feroces que otros. Los hay que muerden y no sueltan la presa: «por mucho
menos -dice Antonio Lucas en El Mundo-,
en cualquier país civilizado, el PP de Madrid pasaría a ser una formación ilegal». Es decir, en Madrid
todos los del PP son sumidero y cloaca. Ni uno se salva, todos nadan en el caldo
efervescente de la pudrición. Y es posible que tenga razón, que al estercolero no
le quepa ni un inquilino más. Pero algo habrá que se redima, aunque sea un
devoto de la ética, un humilde servidor de lo políticamente incorrecto, un servidor
de la honradez. Alguien habrá que sepa el séptimo y lo ponga en práctica. Se
trata, según Lucas, de que «todo salte por los aires”. Y después, ¿qué? ¿La guerra,
la contrarreforma, el caos? Démosle un poco de esperanza al que aún llora en el
Muro de las Lamentaciones y es justo, y bienintencionado y puro, y busca hacer
las cosas según la ley del más débil, que es la más digna. Los hay, Diario, que
lloran y, entre lágrimas, desean hacer el bien, y se ponen manos a la obra, y
trabajan, y luchan, y construyen -orfebres valiosos del minuto a minuto- el día
a día en que estamos y vivimos, y por los que aún soñamos (19:59:53).
No hay comentarios:
Publicar un comentario