jueves, 22 de marzo de 2018

22 de marzo de 2018. Jueves.
OÍ EL MAR

Oyendo el mar, en la rosa. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Cuando moría de sed, me salvó una gota de agua caída en mis labios. «Una gota de agua, como un latido del mar, en mi boca», me dije. Y allí oí el mar; en ella, en la gota, me vi zarandeado por el mar, me sentí abrazado por toda la enorme pujanza del mar. La gota de agua es un espacio pequeño donde, sin embargo, se adivina, se sospecha, toda la inmensidad del universo. La gota de agua: o ese «segundo de agua», como, en su libro Perito en lunas, la llamaba Miguel Hernández. En el día del agua, pido que se haga un pacto del agua, con la gota de agua como protagonista del pacto, para resaltar su importancia desde el embrión, desde que en la rama es pequeño ojo de gorrión mirando; observando, Diario, cómo se humedece la vida, cómo se moja (y se calma) la sed, acallándola (19:19:05).

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