viernes, 24 de enero de 2020

24 de enero de 2020. Viernes.
DE LESA HUMANIDAD

El leer y la luz, o la escuela. F. REA

-Hoy siento que el sol no venga a leer conmigo, y lo lamento: es un luminoso y refinado amigo de lectura. Mientras paso las páginas de los libros, él se asoma por mi hombro y lee. A mi par. Luego se va: tiene que seguir su órbita e ir deteniéndose en todos los lugares donde lo esperan. Está nublado. Digo esto, porque hoy es el día de la Educación. También pasará por los aquellos lugares donde no es posible esta educación: o causa de la guerra o porque hay que trabajar o porque no hay escuelas. Leo: «62 millones de niños y jóvenes están sin escolarizar en el mundo». Un pecado de lesa humanidad. Una carencia irreparable y pavorosa. Recuerdo que en casa, con mis padres, se me abrió el camino de las palabras –me asombraba el poderlas tener en la boca y luego decirlas– y, más tarde, en la escuela –Sor Matilde instruía– el destello de leerlas y el escalofrío de escribirlas. Con cada letra que escribía, sentía que iba dibujando mi corazón, unas veces triste y otras, eufórico. Pero el corazón, como sorpresa, como un acontecimiento vital. De ahí, Diario, que ahora sienta esta carencia en otros niños: la de poder ir a la escuela y descubrir el sabor de las letras en la boca y el vuelo de libertad que es poderlas leer y decir en perfecta sintonía con los sentimientos y el lenguaje, y siempre tocando y poniendo alas a la ensoñación, y a la vida (18:29:55).

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