2 de febrero de 2020. Domingo.
LEY, PROFECÍA Y
LUZ.
Luz y cruz, signo de contradicción. Iglesia de los Dominicos. Viena. F: FotVi |
-Hoy, en la Iglesia, en
su liturgia, con la ley y la profecía, es la fiesta de Luz. Primero la ley, que
impulsa a los padres de Jesús a ir al templo, para ofrecer a su hijo primogénito
a Dios. Todo judío es fiel cumplidor de la ley, pues es creencia generalizada
que estas leyes provienen directamente de Dios. En la ley, habla Dios: expresa
y expone su voluntad. Luego, la profecía, reconocible en el santo Simeón y en la
anciana Ana. Ambos hablan de Jesús como el Salvador. Simeón dice: «Ahora,
Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz; porque mis ojos
han visto a tu Salvador». Santo Romano el Meloda, poeta del siglo V, dice: «El
Incontenido se hace contenido en brazos de un viejo». El Incontenido, es decir,
el invisible, el que carece de materia, el que es espíritu, se hace cuerpo de
niño en el seno de María y de este modo es llevado al templo, donde Simeón lo
coge en brazos y lo hace profecía: será «Luz»; y para muchos, Diario, signo de contradicción;o sea: irradiará paz, justicia, amor, desde una Cruz, pero bienes estos que muchos no aceptarán (18:22:09).
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