13 de enero de 2023. Viernes.
LA PROGRESÍA QUE PROHIBE
LA PROGRESÍA QUE PROHIBE
Siempre obedece: da luz. Torre de la Horadada, |
¿Por qué suspender o prohibir? La ley no tiene por qué prohibir, sino orientar: coger el carrito de la compra y que te lleve donde está el pan o la sobrasada para untar el pan; pero nada más, no que el carrito te diga si tienes que cogerlo con las manos o empujarle con el pie, o iniciarte en geometría. Leyes que solo prohíben, son malas leyes. ¿Tan poca autoridad tiene el legislador? «No prohibir: orientar», clama el filósofo. La ley orienta. Ni siquiera suspender la laicidad, sólo hacerla educada y darle el toque de sal preciso, darle sabor y gracia y librarla así de su legaña sosa, de su estupidez sin galanura. El progresista cree caminar y, sin embargo, se atrasa en el tiempo y en la historia, la grande, la que lo abarca todo: la guerra y la paz, la guillotina y la proclamación de los derechos humanos, la esclavitud y la liberación. A Dios le bastó un solo mandamiento para ordenar y hermosear el mundo: «Ama», dijo; mandamiento que Jesucristo iluminó con el «ama a Dios y al prójimo», embelleciendo así, Diario, todas sus leyes el Creador. «Ama y haz lo que quieras», concluiría San Agustín, porque el que ama, no puede hacer mal alguno (12:36:48).
Totalmente de acuerdo contigo. Cuando amas solo quieres lo mejor para los demás, a veces, incluso, a costa tuya.
ResponderEliminarAsí es, amigo, se trata ante todo de amar, y todo marcha. Un favor: ¿Me puedes decir quién eres?
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