15 de febrero de 2024. Jueves.
NOS RECUERDA NUESTRA FRAGILIDAD
NOS RECUERDA NUESTRA FRAGILIDAD
Recuerdo de lo que somos, ceniza. F. Prensa |
-Las cenizas son los restos de un incendio. Ayer, estos restos grises, formando una cruz, se depositaron en nuestra frente. De este modo nos recordarán durante la Cuaresma que somos ceniza y que en ceniza nos hemos convertir. Ser ceniza con un soplo inspirador del Espíritu de Dios es la obra más maravillosa que ha podido concebir y crear Dios. Sé que soy ceniza, pero –por el soplo de Dios– «ceniza enamorada». Por este destello del soplo de Dios en mí –su aliento– soy persona, e hijo de Dios. Allá a lo lejos se vislumbra el hecho más esperanzador del cristianismo: la Resurrección del Señor. El papa Francisco dice que la ceniza que se impone el primer miércoles de cuaresma, «nos recuerda nuestra fragilidad, pero además la misericordia infinita de Dios»; y el papa Benedicto XVI nos indica que «en la ceniza hallamos humildad, y en la humildad la verdadera grandeza», la que nos lleva a Dios. La fragilidad de la condición humana y la humildad, Diario, atraen la ternura de Dios, su mirada de Padre que da la mano y saca del fango, y abraza al falto de amor, para que vuelva así a la casa paterna.