7 de abril de 2017. Viernes.
ESE ALLÁ
La paz, su símbolo, en Murcia. F: FotVi |
-Cuando alguien se
despide, saca el pañuelo, echa una lágrima, y se va. Pero mirando a atrás. Y es
que algo deja de sí mismo en ese allá
de donde se marcha. El amor, que, como el pan, se puede partir sin sufrir
mengua ni desdoro alguno, se agranda si se da partido, o rebanado. Yo me
despido, por un tiempo, de facebook. Pero como El maquinista de la General, volveré para intentar rescatar ese
ingenio, la máquina (la amistad), de las manos del enemigo, la vanidad. Y me
voy para poder trabajar en otro proyecto, que, llegado el momento, revelaré. Es
el secreto que dejo oscilando en el pañuelo de la despedida. Entretanto, me llena
la cabeza de horror el nuevo atentado en Estocolmo. Tres muertos en un
atropello provocado. Pienso en la vida y en la muerte, Diario, y, desencantado,
vencido, me digo con el poeta argentino Héctor Viel Temperley: «No quiero ser
tocado por los sueños», no sea que me lleven a un país donde, siendo posible la
paz, no haya más que guerra y niños respirando ruina y silencios, y gas sarín.
¡Dios! (19:51:40).