14 de marzo de 2017. Martes.
¡AY!
Asombrada por mi risa, en el balcón. Murcia. F: FotVi |
-Escurro el pañuelo de limpiarme las lágrimas de la
risa que me da la sentencia del TSJC a Artur Mas y su compañía de títeres, por
desobedecer al TC; escurro el pañuelo y lleno un cáliz de agua salada, que es
el agua que destilan las lágrimas de la risa. Más o menos como las del llanto,
sólo que éstas son más angustiadas y de mar, más de corazón roto y perdido. Dos
años de inhabilitación y una multita de unos miles de euros, a pagar en cómodos
y holgados plazos, como el que se compra un coche viejo, pasado varias veces
por la itv. La justicia, Diario, es igual (ja) para todos (y todas). Apago la
luz. Y sigo llorando de risa (¡ay!) (11:27:48).
A veces, cuando la obediencia a las leyes no llega a ser ni intencionada, cuyo incumplimiento sería menos punible, aparecen lacayos del deshonor enfrentados a los regidores de la patria con estúpido orgullo sin más causa que la secesión de un Tmilenario pueblo que lo que menos le interesa es la separación. Te acompaño para partirme de risa contigo y llorar, si fuera el caso. Abrazos
ResponderEliminarLa separación sólo le interesa a los que se llevan, con el territorio, la pasta; al verdadero pueblo, al que trabaja, al que ríe y llora, al que vive el día a día esperanzado, a ése no le interesa nada lo que dicen estos dirigentes de pacotilla, simples fantasmas que representan una indecente farsa. Abrazos, José María.
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