25 de marzo de 2017. Sábado.
MIEDOS Y LUCES
A punto de ser pisada, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi |
-Y la esperanza se puso en entredicho. En Europa, lugar
donde se ha demostrado que la unión puede ser fuerza, y feliz argamasa para la
convivencia, y luz para las inteligencias libres, empieza a fallar la esperanza
de que todo este milagro pueda seguir siendo así. Unos se van y otros se quedan
rumiando agravios. Sin mirar a las de los demás, todos lloran sus heridas, y se
consuelan adorándolas. Cebarte con una herida propia es privarte de mirar la
florecilla que estás a punto de pisar, y que ha florecido para ti. Quizá muera
antes de que alguien la pueda ver o deletrear con los ojos, admirarla. Y tú la
vas a pisar. Era un 25 de marzo de 1957. Nacía una nueva Europa, unida e
ilusionada, soñadora. Y para celebrar esta efeméride, los líderes políticos de
los 28 países que la conforman se han reunido en la Capilla Sixtina con el papa
Francisco, que les ha exhortado a no dejarla morir. Les ha dicho: «Europa es
una vida, una manera de concebir al hombre a partir de su dignidad trascendente
e inalienable». Al hombre, cuando se para a pensar, de inmediato le toca la
trascendencia, lo ciñe, lo impregna. Y es que como dice Simone Weil: «El deseo
de luz produce luz». El ciego, que no puede ver con los ojos, ve con otros
sentidos; ve con el oído, ve con las manos, ve con el olfato. Y sobre todo con
el corazón. El hombre, pues, protagonista: con sus dificultades y aprietos, con
sus miedos y luces, con sus crisis, Diario, y sus liberaciones (20:42:14).
No hay comentarios:
Publicar un comentario