11 de marzo de 2017. Sábado.
MI INTERIOR
Y se pidió a sí mismo, en una viñeta a ABC |
-Tengo que huir, me digo; tengo que huir: y me
dispongo a salir corriendo. No sé adónde, pero he de salir corriendo. ¿Hacia el
mar, hacia la montaña, o a dar un paso hacia mí mismo y adentrarme en mi
interior y desliar con cuidado trapos viejos y sueños nuevos, o solo
decepciones? Desgarrarme por dentro, y andar por mis fondos, tocando,
adivinando, pulsando buenas o malas intenciones, adivinando cosas sagradas,
como a Dios («¿Dónde estás en la guerra?», le pregunto a veces, cuando doy con
él, y me contesta: «En el sufrimiento»), o cosas más cotidianas, como a aquel
que se encontró a sí mismo en una viñeta y se pidió dinero, o el otro que andaba
perdido y se puso a leer un libro y, al pasar una página, alarmado, vio cruzar
su sombra. Suele ocurrir. Si te metes en tu interior, Diario, todo puede suceder,
hasta que alguien te llame por tu nombre y contestes: «No estoy», y sí estés, solo
que revolviendo en tu intimidad, sin verte (19:39:03).
Excelente narración. Mientras el cuerpo aguante hay abandonar los cercados habituales donde pasamos la vida y salir a la caza de los amigos, los parques, ¿las tiendas de todo a cien? Por simple capricho, con la soledad a cuestas y la mente abierta. Preguntando a Dios lo que no nos responde la naturaleza ni la ciencia. Los perros son más listos que nosotros. Si les dieran total libertad, estarían husmeando todo el día. A veces quisiera tener doble naturaleza: humana y perruna.
ResponderEliminarMe encanta, José María, tu comentario. Piensas igual que Katy Parra, excelente poeta de Totana, que suele decir lo que tú: que los perros son más listos y saben más que los humanos. Saben más y son más prácticos, husmean y descubren lo que buscan, y siempre están atentos a lo que pasa a su alrededor. Pero ¿tener las dos naturalezas?, te prefiero como eres: amigo y gran persona, o muy humano.
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