27 de abril de 2018.
Viernes.
POEMAS
EN SAN PEDRO DEL PINATAR
Recitando poemas, alentando, en San Pedro del Pinatar. |
-Ayer, en
San Pedro del Pinatar, se nos apareció el ángel de la gratitud. En la
presentación de mi libro Y atrapé el
viento, este ángel anduvo entre el público y en la mesa; es decir, en la
sala y en la presidencia. La presidencia la ocupábamos la Alcaldesa, Visi -aquí
en San Pedro, sí acuden los políticos a eventos de cultura-, Paco Illán, y un servidor. Yo,
desde la presidencia, miraba a los ojos de la gente que estaba en la sala, y
veía ojos húmedos de emoción y gratitud. E interés. Se leían poemas y se
hablaba de poesía. ¡Qué extraña y fantástica cosa! Yo, desde mis adentros,
miraba mis ojos, y los veía llenos de nubes y también agradecidos. Nubes
lluviosas, inconteniblemente acuosas, maravillosamente inundadas. Veía y no creía.
Por unos versos, tanta expectación. Y me rendí -también- al agradecimiento.
«Gratitud con gratitud se paga», me dije, y seguí oyendo recitar unos versos,
que, en boca de María José y de Charo, parecían de otro mundo, tan hermosos los
juzgaba. Luego, la firma de ejemplares -lo más aniquilador de todo-, se alargó
dos horas: una eternidad sublime. Me temblaban las manos y las letras, pero me
alentaba el viento, el soplo, el neuma detenido en la palabra del poema. En el
poema respiraba dos veces. En el poema vivía. Y así, en esta tensión, pude
finalizar las firmas, y los recuerdos, Diario, tan vivos y excitantes en este día
de palabras, que seguían atrapando el viento (19:31:43).