10 de abril de 2019. Miércoles.
OJOS DE PALOMA
Ojos de paloma, en el jardín. Vistabella. Murcia. F: FotVi |
-Nada más despertar, me asomo al balcón y veo a una
paloma cruzar velozmente delante de mí. La paloma, símbolo de la paz, me saluda
el día; y yo, mirándola alejarse, le doy las gracias. Ella me deja su candor,
su vuelo sereno y amplio, la suavidad de su zureo, su elegancia y belleza. Ya
lo dijo Jesús: «Sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas». La
sencillez, o la virtud que no se exhibe, que es espontánea y afable. Sin
artificio. Y pienso en la vanidad de la vida, que tan destructiva es para la
armonía y la existencia acorde entre las personas. Dice Gregorio Niseno que:
«Por su crecimiento espiritual, el alma va de belleza en belleza, es decir, de
paloma en paloma». Y en el Cantar de los Cantares, cuando se alaba a la esposa –porque
su mirada espiritual está orientada hacia Dios–, se dice que tiene ojos de
paloma. Las madres, sin embargo, Diario, tienen ojos y manos de paloma, y pasos
atentos de paloma, y ruido en su corazón de paloma que ama y lo dice con lágrimas y el zurear hermoso, a veces, de sus labios (18:50:26).