26 de marzo de 2019. Martes.
HISTORIA DE CIUDAD
Y METRO
El sol sale para todos, en Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi |
-Hay días de sol y humanidad. Y otros, en los que,
aunque el sol esté en su plenitud, luce más la ternura de lo humano que la gloriosa
abundancia del sol. A veces, compensa leer los periódicos, y hoy es una de esas
ocasiones. Es esta una historia de ciudad y metro, con un bello final, lírico y
ejemplar. Una muchacha, Paloma, va en el metro con los oídos tapados por los
pinganillos de oír música, nos cuenta ABC. Va en su mundo; un señor entra pidiendo dinero para
pagar la luz de su casa. Nadie le presta atención, cada cual va a lo suyo: y lo
suyo no es detenerse en el problema de este hombre. Necesita luz y vende
libros, o los regala, a quien le interese. Este detalle llama la atención de
Paloma. Que se acerca y le da un euro, y se da cuenta de que el hombre lleva un
libro que ella leyó cuando era niña. «¿Te gusta este? Toma para ti», le dice el
hombre. Paloma, entonces, le pregunta cuántos años tiene su hija; si la tiene. «Siete.
Es su libro favorito», contesta él. Lo vendía por solo cinco euros. Algo debió
ver Paloma en los ojos del hombre, que le conmovió. Le dio los cinco euros, sin
aceptar el libro: «Léeselo a tu hija esta noche y prométeme que lo vas a dar
por vendido y no se lo darás a nadie». Decir que ambos se
abrazaron y lloraron juntos, y, al irse el hombre, desde el andén le dice: «Que
Dios te bendiga siempre». Cuenta Paloma que una señora mayor, al salir del
metro, le da en el hombro y le dice emocionada: «Los jóvenes demostráis a los
adultos que se equivocan todos los días». Tal vez tenga razón la señora mayor:
quizá los cargados de años nos equivoquemos todos los días, pero aún nos queda
sensibilidad para echar una lágrima y aprender la maravillosa lección de esta
muchacha con el pinganillo en los oídos, Diario, y el corazón aleteando (11:55:52).
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