14 de octubre de 2021. Jueves.
JUVENTUD NI-NI
JUVENTUD NI-NI
-La juventud, que a veces es «divino tesoro» (Rubén Darío), otras se
convierte en alboroto, en guirigay, en botellón; juventud esta que, sin querer,
te hace llorar. Hay una juventud a la que llaman «Ni-ni»: ni estudia ni trabaja;
yo añadiría que ni sueña, ni mira más allá de sus ojos, ni busca la sabiduría
en la belleza, ni le atrae la aventura, sólo trata de sobrevivir, unas veces en
la utopía (a lo que mal llaman revolución), y otras, a la intemperie o en la
ciénaga, en la desorientación, en la barbarie, en la insolencia. «Ni-ni». ¡Ay! Quizá
se trate de jóvenes que no han encontrado aquello –la perla preciosa, única–
que llena su corazón y los aleteos de la ensoñación. Soñar es volar alto, salir
de la mediocridad, buscar ser llama y dar más luz, anhelar una vida «plena de
belleza y libertad» por la que vivir. (Albert Einstein). La libertad es
creadora, descubre estrellas, hace bibliotecas, te rescata de ti mismo y te
hace encontrarte en la llama –esplendor– de los demás. La juventud, Diario, no
debe ser un campo de batalla perdido, sino un campo de trigo compartido con
amapolas, que reverencie al Sol de justicia y reparta amistad, que se haga donación,
bocado de desprendida armonía, silabeo de acorde con todo lo creado, libro
abierto, biblioteca de comunión (11:33:08).