1 de junio de 2023. Jueves.
EL ROMANCE MÁS
GRANDE
Llovió, con rabia de tormenta, en Murcia. Casa Sacerdotal. |
-Ayer, médico. Espera. Sonrisa. Paciencia. Pequeña resurrección. Camino, fastidio a las piernas, agilizo el corazón. Sonrío, paciencia. Todo es don de Dios, también el cansancio de las piernas y el clamor rojo de los geranios, y la hermosa monotonía de los días de la vejez. También la monotonía es don de Dios. La vejez prolongada es un espasmo, un instante de eternidad. En este santiamén de eternidad, entra Dios, si tú lo dejas entrar. Dios no fuerza, se ofrece. «Si quieres –dice– puedes amarme». Y quien quiere, lo ama. Dice San Agustín, padre de la iglesia: «Enamorarse de Dios es el romance más grande; buscarle, la mayor aventura; encontrarlo, el mayor logro humano». Enamorarse de Dios es un bello y ardiente romance humano, que se eleva hasta dar alcance a Dios. Es un modo de sacralizar lo humano, de sacarlo del abismo de la imperfección y llevarlo al cielo del amor eterno, donde Dios se mueve, y es Dios. Enamorarse de Dios, Diario, qué gran logro. Ah, y en la tarde, llovió, con furia de oleaje rompedor; un viento fuerte acompañaba a la lluvia, un espectáculo destructivo, aunque fastuoso y lírico (12:46:43).