31 de diciembre de
2018. Lunes.
EL
MÁS Y EL MENOS
La Virgen con el Niño, Catedral de Colonia. F: FotVi |
-Hoy celebraré la
alegría por un año más y la tristeza por un año menos. Hay un punto en este día
en el que ambas sensaciones se unen, y chirrían. La una ríe, la otra llora. Ríe
la vida, y llora lo que finaliza. Treinta y uno de diciembre y uno de enero, o
la oruga que se despide y la mariposa que nace, de la oruga. Un acontecimiento
de muerte y vida. O aquello de Suetonio: «César, los que van a morir te saludan».
Y lo hacen con cohetes, champan y farolillos de colores. Los que van a morir. En
esta noche, el más y el menos se dan la mano: tú te vas y yo
vengo, dirán los años. Y nosotros, entre ambos, jugando a no enterarnos: «contemplando
/ cómo se pasa la vida…» Jorge Manrique. Hoy, hace ocho días, vigilábamos la
Navidad. Estábamos a punto de tocarla, de vivirla, poníamos belenes que
ilustraban nuestra fe. Aquí el Niño, con un gorjeo; y a cada lado del Niño, María
y José, dulcemente inclinados, con la perplejidad en sus ojos y en su corazón,
que latía con exceso, de alegría. Luego los pastores, y sus ofrendas. Y el ángel,
arriba, donde se mueve y habla Dios. Ángel que canta: «Gloria a Dios en las
alturas, y paz en la tierra». La paz en la tierra, como signo de la lluvia de
Dios que riega el mundo. Todo como una niñez que, con el tiempo, ha crecido. Y
mañana, ya, la octava. Ocho días, y todo ha pasado, como un bello pensamiento,
como una racha de viento del cielo. Todo pasa, Diario, menos lo que queda tras
de tus pasos: la luz que has ido dejando, y que, a pesar de las sombras, iluminará
a otros que vengan tras de ti. Feliz año nuevo, amigos (19:08:29).