9 de junio de 2019. Domingo.
ALAS DE LIBERTAD
El Espíritu es fuego y palabra. Murcia. F: FotVi |
-Fiesta de Pentecostés: el Espíritu Santo baja a tu
casa y la habita. Y la enciende. La enciende con el fuego que dio alas de
libertad a los apóstoles. Aquellas alas que volaban en las palabras, y en la
fuerza de sus miradas. Los apóstoles encendidos e incendiarios. Daban la gran
noticia, pero acusando: «El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, a
quien vosotros matasteis colgándole de un madero». Sin pelos en la lengua. Los que unas horas antes estaban escondidos por
miedo a los judíos, ahora parecen beodos –decían algunos de los que los oían–,
por la fuerza con que hablaban, por el fuego con que ardían –¡y restallaban!–sus
palabras. Estas palabras daban en los oídos y explotaban dentro, en el lugar
donde se encuentra la conciencia, como trozos de Espíritu Santo que incineraran
y transformaran. Es el día, pues, de decir las cosas claras, de poner los
puntos sobre las íes de la liberación, y de hacer visible esta liberación. «Id
y predicar», les dice el Señor, y ellos obedecen. Y hablan primero en
Jerusalén, y, luego, el eco de esa palabra llega hasta los confines del mundo.
Usan la palabra como vehículo de Dios. Dios, encerrado en la palabra, constreñido
en unas sílabas, pero desde las que se abre al mundo, para que todo tenga vida en
la fe. O la vida de Dios en las cosas, para que las cosas brillen y, con su
luz, Diario, nos devuelvan a Dios (19:14:07).