3 de junio de 2015. Miércoles.
MORIR DONANDO
Morirse dando la semilla, en el jardín. F: FotVi |
-En días de lluvia, me gusta poner las manos abiertas y que la lluvia salte
de mis manos a las cosas, salpicándolas de gozo. Un salto mortal de vida, sin
red. Mojar con agua de lluvia las cosas desde mis manos; darme en la lluvia y que
en las cosas -una planta, un bicho, todo el mundo resumido en ellos, en su
belleza- quede algo de mí. Ese pequeño milagro busco; milagro que alcanzo
cuando llueve y pongo mis manos como aspersor, como tejado con líricas goteras,
tejado lloviéndose de amor. Porque cuando doy, vivo en lo que doy, o muero,
pero es hermoso morirse dando, al modo de una semilla, o al modo de la luz, que
de tanto darse, acaba por ser noche, pavorosa, pero con lucernas abiertas a la
aurora. Es admirable pensar que la noche muere amaneciendo. Y hoy, día del
donante de órganos, pienso que el morirse donando, Diario, es un anochecer que amanece
(21:02:53).
No hay comentarios:
Publicar un comentario