1 de marzo de 2016.
Martes.
DISCURSO
Jarillas, en Salinas de San Pedro del Pinatar. |
-Uno de enero y discurso (Pedro Sánchez); discurso que
ni siquiera he oído, y menos escuchado. No porque lo haya voceado un político,
sino por el hecho de su longitud. Todo parlamento que pasa de quince, o lo sumo
veinte minutos, y por mi vocación de lector de poemas, deja de interesarme. Aunque
sea el discurso de un mitrado o el del mismo Demóstenes (quizá ante Demóstenes
me rendiría). Un tal René Rebetez, escritor y cineasta colombiano, con sabiduría
de viajero al que acosan los pasos y la prisa, dejó dicho: «Un poema oscuro
dice más que un discurso claro». De ahí mi inclinación, si el discurso se alarga,
a pasar página y ocupar la mente en otras cosas, como pensar si algún día será posible
oír el crecimiento de las plantas. Esta tarde, Diario, en vez de oír discursos,
me he inclinado una vez más por intentar descifrar el lenguaje del zampullín o
de la jarilla, en las Salinas de San Pedro; aquél es ave y ésta, florecilla. Con
esta visión, a San Francisco le hubiera nacido un himno de alabanza en los labios
(20:47:23).
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