lunes, 28 de mayo de 2018

28 de mayo de 2018. Lunes.
ORAR, HABLAR

Enclaustrada orando, en el jardín. Murcia. F: FotVi

-Como cada día tiene su aquél, ayer fue el día Pro orantibus: el día para rezar por los que rezan. Un intercambio de aleteos, de bisbiseos celestes, que, como su raíz, nacen de la tierra y van más allá del espacio y el tiempo. Se incrustan en las estrellas. En la intimidad de un claustro, o de una celda, o en el quehacer de cada día, todavía hay quien ora por el mundo y sus cosas, por sus gozos y desventuras, por sus hallazgos y frustraciones. Orar es hablar, alabar, suplicar, o simplemente saborear en las palabras aquello que se implora o que se da. Es la sublimación de la palabra, la que se dice y recrea, la que vuela y queda en el arte y en los libros, la que, en un momento dado, Diario, se hace humildad y, de rodillas, pide y ensalza a Dios, que, para un creyente, es la otra Palabra que oye, y que, aunque sea con silencios, responde (11:55:11).

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