8 de julio de 2018. Domingo.
¡AAAH!
Respirando, en el jardín. F: FotVi |
-Me
despierto y se me viene un ¡aleluya!
a la boca, es domingo; un aleluya extenso y festivo: por sentirme vivo y poder rezar,
y parpadear, y asombrarme, y oír mi respiración, lenta y reparadora, apostada
en mi nariz, y, después de un afanoso y liberador recorrido por todo mi cuerpo,
liberada. ¡Aaah! O sea: inspiras frescura y expeles corrupción, o CO₂: dióxido
de carbono. Somos como un coche al ralentí, que contaminamos un poco el
ambiente, pero que, con la luz de nuestro pensar y sentir, y amar, también lo
embellecemos. Y, en Tailandia, ya ha empezado la evacuación de los niños
atrapados en la cueva. De momento, han salido cuatro, por lo que el ¡aleluya! se hace más coral y excelso; pero
sin olvidar a Saman Guana, que murió intentando llevar oxígeno a los atrapados
en la cueva. Descanse en paz, Diario, en la paz de los héroes (19:35:09).
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