28 de octubre de 2018. Domingo.
BAUTISMO
Celebrando la vida, en Murcia. F: FotVi |
-Marcho a San Pedro, a celebrar un bautismo. Bautizar es como encontrar restos del Espíritu de Dios en el agua. Además de la exaltación del agua por ser vida, es su elevación por ser aliento que hace renacer, y te hace poseedor de otra vida de más alta dignidad. El bautismo te hace renacer de una vida terrena y arcillosa –aunque con luz y palabras en la boca, y latidos en el corazón–, a una vida más espiritual y mística, una vida divina. A través del agua, el Espíritu de Dios se hace habitante –como en un templo– de nuestro barro alentado, reavivado, habitado. Porque el Espíritu de Dios es aliento, soplo, inspiración. Pues bauticé a Mariela, que me miraba con ojos de bebé que quiere decir gracias; y me las dio con una sonrisa; al ir a echarle el agua, bajo la cabeza, como quien adora la gracia que la iba a invadir, y gorjeó algo, Diario, que no entendí, pero seguro que Dios sí, Dios habla el lenguaje de los niños (18:41:24).
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